La planta de Torslanda de Volvo en Suecia se convertirá en el principal actor para el futuro de la sustentabilidad en la marca. En preparación a un futuro totalmente eléctrico, la firma sueca desea introducir nuevos procesos sustentables para la producción de tecnología y el proceso de ensamblaje.
El aluminio, un material clave en Torslanda
Uno de los planes próximos para la planta de Torslanda de Volvo es introducir cuerpos hechos en aluminio para sus futuros coches. La introducción de este material para la siguiente generación de automóviles eléctricos de la marca pretende aumentar la sustentabilidad de la planta, reducir el costo de producción y aumentar el desempeño de los coches. Otro beneficio añadido será un aumento notable de la eficiencia del rango eléctrico del carro. Sin duda, será una parte crucial para mantener a los coches de Volvo competitivos en el ámbito eléctrico.
Nueva planta de ensamblaje de baterías
Otro objetivo primordial en Torslanda de Volvo es crear una nueva planta de ensamblaje de baterías. Integrar las celdas de las baterías con el módulo de la estructura será el siguiente objetivo para la nueva generación de coches eléctricos. Por primera vez, la parte superior del carro se unirá con el piso para mantener la batería como parte intrínseca del automóvil.
Finalmente, se invertirá en una nueva área de pintura para los nuevos coches. Esto va a involucrar la instalación de equipo totalmente nuevo así como procesos totalmente nuevos. Esto se espera que se reduzca notablemente el consumo de materiales para pintar coches nuevos así como reducir la huella de carbono total en la planta.
La planta de Torslanda actualmente cuenta con una producción anual de 300,000 vehículos al año. Actualmente, es una de los sitios de operación más grandes para Volvo Cars desde su apertura en abril de 1964. Con más de 6,500 empleados, sin duda alguna esta planta será una parte fundamental para el crecimiento del fabricante a nivel global.
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