En el gabinete del Gobernador Ricardo Gallardo Cardona se han realizado algunos ajustes en las áreas que requerían de perfiles con más empuje y dirección hacia las metas trazadas, y era preferible rectificar a tiempo sin importar críticas o malquerencias que el pagar un costo mayor a mediano plazo de no haberse hecho ahora los cambios que ya se han dado a conocer.
Un funcionario que se ha reafirmado en su cargo porque ha tenido un desempeño relevante desde el arranque de este sexenio, es el secretario general de Gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, es un abogado que combina capacidad, experiencia y sensibilidad en la función pública.
Sobre él recae la responsabilidad de articular el gabinete y la construcción de acuerdos con los otros poderes y distintos sectores de la sociedad, de conformidad con las directrices marcadas por el titular del Ejecutivo.
Forjado como político al lado de Ricardo Gallardo, de quien fue secretario general del ayuntamiento que presidió éste (2012-2014) en Soledad de Graciano Sánchez, Guadalupe Torres también fue diputado local y ahora como segundo de abordo en Palacio de Gobierno ha demostrado con creces su madurez política, eficiencia en las tareas inherentes al cargo y mano firme en la conducción del gabinete.
Al igual que el gobernador, no es un político tradicional y proviene de una nueva generación que nada tiene que ver con el viejo régimen y sus prácticas ya en desuso por anacrónicas y que muchas de ellas contribuyeron a su declive, esta nueva realidad no termina de ser asimilada por algunos que añoran el pasado que les significó una vida de privilegios que ya se acabaron.
Guadalupe Torres es discreto, no es dado al protagonismo, no se deja seducir por los reflectores mediáticos y aparece cuando es necesario, evita conflictos y busca su solución cuando se le presentan, no tiene agravios ni pendientes con nadie, está inmerso en su trabajo.
Las cuentas que rinde en este primer tramo del sexenio, son muy positivas, ya que en la entidad impera un clima de gobernabilidad, no hay conflictos políticos ni sociales. Con él hay apertura y diálogo, que son las premisas que distinguen a este gobierno, las puertas de su oficina no son una muralla infranqueable como sucedía antes con secretarios que se mareaban en un ladrillo y sentían tener más poder que su jefe.
Ha logrado cumplir con las diversas tareas que le ha encomendado el Gobernador Gallardo, sus buenos oficios han permitido sacar adelante iniciativas como el presupuesto de este 2022, la gratuidad de las placas y licencias, entre otras, por mayoría de votos y hasta por unanimidad en el Congreso de Estado.
No se recuerda en los últimos sexenios a un secretario de Gobierno con estos resultados que presenta Guadalupe Torres en menos de cuatro meses, solo es cuestión de tener buena memoria para constatarlo.
Ahora tiene en frente lo que es un reto mayor, lograr la aprobación de la iniciativa de la Guardia Civil que implica aplicar un nuevo modelo policial acorde con los nuevos tiempos, con estrategias, formación de cadetes, vehículos, equipamiento y armas suficientes para enfrentar a bandas de alta peligrosidad.
Todo apunta a que la Guardia Civil será aprobada por el Congreso del Estado, además de que se abrió una fase para que los ayuntamientos y la ciudadanía en general participen con opiniones y sugerencias para enriquecer o mejorar la iniciativa, lo que le permitirá obtener un mayor consenso como es lo deseable.
