Miércoles 13 de Noviembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La fuga del burócrata nivel 13

Armando limón | 30/01/2022 | 22:03

Mientras algunos comercios de la avenida Venustiano Carranza y de diversas plazas comerciales bajan sus cortinas de manera definitiva y miles de profesionistas están desempleados por la crisis que trajo el Covid, burócratas se plantan frente a Palacio de Gobierno exigiendo más sueldazos de los que ya ganan.

 

Para los afiliados de los diversos sindicatos que hoy le exigen al gobierno estatal más dinero del que merecen y del que pueden gastar no hay crisis. No conocen el término “apretarse el cinturón”, ni la austeridad, tampoco la empatía y mucho menos conocen el significado de la palabra cambio. 

 

Es inentendible que los afiliados al SUTSGE, al SITTGE y otros sindicatos se planten con sus estorbosos y horribles templetes en la plaza de Armas dizque defendiendo “sus derechos” cuando no son capaces de cumplir con sus obligaciones.

 

Ellos y ellas, tienen un salario más que digno cada quincena, tienen cantidad de bonos, algunos tan ridículos como el hecho de que el Estado les pague un poco más por ser puntuales, o porque ya es Navidad, sin embargo, le cierran a la ventanilla de atención en las narices a la ciudadanía tan pronto dan las 3 de la tarde.

 

Una buena parte de los burócratas tienen el nivel 13, el máximo nivel al que puedan llegar en la esfera laboral en el gobierno del Estado y por el que perciben más de 60 mil pesos mensuales, pero no cumplen con la obligación que dicho nivel exige de trabajar por las tardes. Todos ellos huyen despavoridos a las 3 de la tarde de sus oficinas y les importa poco dejar a un ciudadano a mitad de su trámite.

 

“Vuelva mañana de 8 a 3”, le dicen y no se vuelve a saber de ellos hasta el día siguiente. Los trabajadores de nivel 13 ganan 60 mil morlacos por trabajar de lunes a viernes, mientras que hay personas que, desesperadas, llenan solicitudes de empleo pidiéndole a todos los santos obtener uno que al menos pague 10 mil pesos al mes.

 

Durante muchos años, los burócratas crearon su propia realidad, para ellos no hay crisis, su salario está seguro, sus prestaciones están seguras, su servicio médico de primer nivel está seguro y se niegan a ser parte del proceso transformador para ayudar a quienes no gozan de esas canonjías a que también vivan con decoro como viven ellos.

Y aun así de tercos, insensibles e ineficientes quieren más…