Oscar Esquivel | 20/01/2022 | 00:20
La búsqueda incesante del conocimiento hoy en día, hace que las personas busquen las especialidades en temas diversos, la educación se convierte en una base esencial para sobrevivir en un mundo casi jungla, sedientos por alcanzar el éxito. Nos encontramos después de dos años de pandemia delante de un muro que con todo y el conocimiento adquirido en las aulas o en los libros no es posible encontrar el equilibrio entre conocimiento y experiencia que permita romper el círculo vicioso del encierro.
“Huye de los especuladores, de sus preceptos, cuyas razones no están confirmadas por la experiencia” Leonardo da Vinci.
Para entablar un buen juicio sobre las cosas, debe nacer de una inteligencia formativa, que sea el resultado de la razón, donde seguramente formaron y formaran buenas prácticas dando como resultado las reglas de lo común, diría Da Vinci “un abuena regla, es extraída de la experiencia, madre común de las ciencias y las artes”.
La experiencia en el ámbito público pareciera no sirve de nada, encontramos a cientos de funcionarios, con gran experiencia y servicio, algunos trascienden por innovadores muy los son contados, la gran masa solo atiende los procedimientos marcados por otro escribano, que su experiencia se limita a cambiar letras, sin ir más allá de contenidos y nuevas formas de hacer gobiernos de alta eficacia.
La clase política limita su experiencia a permanecer en el cargo, a ejercer un presupuesto y a vivir de la comodidad que les otorga los altos salarios. El publico se asombra de que algunos cuentan con doctorados, maestrías esto supondría que su alto sentido de razonamiento que le dio la academia, los llevarían a ejercer sus conocimientos en el campo del servicio público, para a quienes sirven vean sus vidas mejorar, sin embargo hacen de la “experiencia” una justificación para no enmendar errores, pequeños o grandes no hacen marcha atrás, al contrario, se dan el lujo de ejercer el oficio de mentores de quienes comienzan a tomar experiencia plagado de mañas y sin sentido, obviamente nunca reconocen las faltas, con el tiempo se convierten en combustible para el engrandecimiento del ego.
¿La experiencia hace al maestro? Muchos creen tener experiencia porque son viejos, pero se engañan, cuando los malos oficios y las malas prácticas pasan la factura, siempre se ve afectada la comunidad, que su único pecado fue confiar en la “experiencia”.
UNA COSA LLEVA A LA OTRA.
Hace meses que concluyeron las campañas políticas, quienes triunfaron ahora son gobernantes, prometieron experiencia o hacerse de la experiencia de otros, que estarían como sus colaboradores.
100 días, para algunos, son un sello en el tiempo que marcarán el tipo de acciones que ejercerán en los respectivos periodos a gobernar. Los diputados por ejemplo son el reflejo de los anteriores, parcos, ineficientes e incompetentes, la finalidad de un legislador es el realizar y modificar leyes, no se les eligió para ser estatuas sentadas con pedestales de piel en su curul esperando instrucciones, como las instrucciones que se les dio para el incremento desmesurado de impuestos, no encontramos algo que caracterice a los diputados federales y menos a los locales, son simplemente instrumento de una razón, la económica.
Los poderes ejecutivos están sumergidos en el mundo de la fantasía, hacen de sus cargos un instrumento de impunidad y de vanidad, como un ejemplo de vergüenza es el caso de la “adopción temporal” de un pequeño de apenas unos cuantos meses de edad que fue “sacado” literalmente de las instalaciones Centro de Asistencia Social “Capullos” en Nuevo León por el Gobernador y su esposa.
El DIF Nacional inició una investigación del caso, argumentando que al haber compartido en redes sociales videos y fotografías del rostro del niño de cinco meses, así como dar a conocer su nombre y las condiciones salud del menor, Samuel García y Mariana Rodríguez incurrieron violando flagrantemente la ley, cometiendo delito al vulnerar los derechos a la protección de datos personales y a la intimidad del menor. La ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, es muy clara “la adopción no es un derecho de las personas adultas, sino que constituye un mecanismo jurídico que permite la restitución del derecho a vivir en familia de niñas, niños y adolescentes”, la adopción temporal no está permitida; existen afectaciones de los niños al saberse adoptados, para posteriormente ser regresados a orfanatos, hace de esto una crueldad mental.
Don Samuel García que hace algunos días presumía sus logros académicos obteniendo su tercer doctorado, bajo sospecha de que le dieron su “ayudadita”, independientemente de sus logros académicos, el señor debería conocer los alcances de sus actos, ya que la sustracción temporal del niño, puede ser motivo de un delito de trata de menores, con fines de explotación comercial y obtener un beneficio lucrativo, en este caso figura política.
Es deber del estado mexicano es eliminar la impunidad, sobre todo cuando se trata de violentar los derechos constitucionales de los más vulnerables.
Al gobernador no le alcanzo tanto doctorado para saber de leyes que protegen a los menores, no dudamos de las buenas intenciones, pero no a costa de su inexperiencia y la de sus asesores, se supone doctos en la materia.
Nos saludamos pronto
OSACR ESQUIVEL