Ni el recuerdo de ciudad culta

Durante muchos años San Luis Potosí capital fue conocida como una ciudad culta bajo la consideración de que sus habitantes tenían un alto nivel cultural concepto que hechos recientes y pasados de salvajismo pisotean al punto  de dejarlo como un ridículo recuerdo al que pocos se preocupan por honrar como se nota en el sádico y salvaje trato que se brinda a los animales.

En estos días causó indignación y polémica la muerte de un perro por atropellamiento de un auto conducido por un joven por el rumbo el fraccionamiento Villa Magna luego de arrastrarlo varios metros aunque se entiende que fue un accidente no un acto premeditado pues el pobre can se le atravesó lo que no evitó que en las redes sociales se le manejara casi como un criminal cuando las carreteras de los alrededores muestran cadáveres caninas por decenas ocasionadas por gente que un cuida a sus mascotas como es debido y las dejan salir a la buena de Dios.

Sin embargo, el trato salvaje a los animales domésticos en la ciudad no es cosa nueva ni reciente como lo reflejan los casos registrados de un inexplicable sadismo descargado contra un animal.

Por ejemplo, todavía se recueras el suceso ocurrido en la década de los ochentas en la avenida Venustiano Carranza en la época en que los jóvenes la tomaban como punto de reunión o ligue cuando tal vez a algunos impulsados por la ociosidad se les ocurrió rociar con gasolina un gato y prenderle fuego mismo que corriendo envuelto en llamas les ofreció un espectáculo aterrador hasta que cayó muerto lo que provocó la alarma social pero a los autores nadie siquiera los reprendió.

Así, se han venido repitiendo episodios de salvajismo contra los animales como el que ocurrió en ciudad Valles en octubre del año pasado cuando un sujeto mató a machetazos a un perro de raza pitbull tan solo porque le dio miedo su aspecto mismo que fue denunciado aunque no se supo que se le haya aplicado sanción alguna.

Hay otras formas de trato cruel a los animales que merecen castigo y que normalmente pasan desapercibidas como el de aquellos perros condenados por sus dueños a consumir su vida lentamente en la azotea de casas por considerar que de esa manera tienen vigiladas sus viviendas lo que es común ver en colonias de la periferia.

Afortunadamente el congreso del estado ya ha dado los primeros pasos para dar paso a la creación de la ley contra el maltrato animal con lo que podrá inhibirse en gran medida la repetición de tan lamentables casos como los arriba citados, de concretarlo, los diputados se ganarán las simpatías de la gente, harta de que se torture a los animales de cualquier manera.