Desde tiempos remotos, el árbol ha sido un símbolo de la fertilidad y de la regeneración, muchas civilizaciones los adornaban como una forma de agradecimiento a la Madre Tierra o como el misionero Bonifacio quién después de leer el Evangelio, ante la mirada asombrosa de unos pobladores, taló uno y lo ofreció como un árbol de paz que representaba la vida eterna porque sus hojas siempre estaban verdes y su copa mirando al cielo.
Sin embargo, la idea de poner el árbol cada 24 de diciembre surgió a raíz de la fiesta religiosa de Adán y Eva, cuando los alemanes ponían en sus casas un árbol del que colgaban obleas de pan sin levadura que simbolizaban la hostia eucarística, es decir el signo cristiano de la redención.
Por eso, la tradición cristiana afirma que es idóneo colocarlo desde el primer domingo de Adviento (cuatro semanas antes de Navidad), ya que representa una preparación espiritual para recibir a Jesús.
Y es precisamente el catolicismo el que también indica cuándo se debe retirar.
¿Cuándo quitarlo?
Aunque en la actualidad no hay una fecha exacta para quitar el árbol de Navidad, muchos lo hacen terminando el mes de diciembre, ya que acaban las fiestas; otros se esperan al 06 de enero y los más tradicionales, hasta el 02 de febrero, Día de la Candelaria.
Pero según la religión católica debe quitarse el día posterior al 06 de enero ya que ese día se celebra la fiesta de la Epifanía del Señor, la cual se relaciona a dos episodios importantes: al momento en que Jesús fue dado a conocer a los Reyes Magos y cuando Dios revela la procedencia divina de Jesús a través del Espíritu Santo durante el bautismo.
Por lo tanto, después del 06 de enero, se continúa con el Tiempo Ordinario, por lo que ya no es necesario tener elementos decorativos ya que las celebraciones terminaron.
Así que ya sabes, cual es la fecha ideal para quitarlo, pero antes piensa primero que harás con tu arbolito, sobre todo, si es un pino natural, el cual puedes reciclar y darle otra vida.
