Agencia Reforma | 02/01/2022 | 15:20
El Gobierno federal informó que el País tendrá una moneda digital hacia el 2024. ¿Qué ha expresado el Banco de México (Banxico) al respecto? ¿Qué implicaciones tendría esto? ¿Qué criterios deben cumplir las monedas para denominarse como tales? ¡Entérate!
Anuncio del Gobierno; 'silencio' de Banxico
El Gobierno mencionó el 29 de diciembre, vía Twitter, que Banxico informó que hacia 2024 tendrá una Moneda Digital del Banco Central (CBCD, por sus siglas en inglés), por considerar de suma importancia estas nuevas tecnologías y la infraestructura de pagos de última generación como opciones de gran valor para avanzar en la inclusión financiera en el País. Pero la autoridad monetaria de México no emitió posteriormente alguna postura oficial sobre dicha información publicada por la Presidencia, ni detalles adicionales sobre lo anunciado.
Varios países alrededor del mundo están explorando el lanzamiento de monedas digitales, preocupados por la amenaza de que el bitcoin y otros criptoactivos puedan debilitar el control del dinero. En México, la regulación financiera impide que los bancos negocien con criptomonedas. El Gobernador saliente del Banco de México, Alejandro Díaz de León, dijo en una entrevista el 21 de diciembre que los responsables de la política estaban buscando una moneda digital emitida por el banco central, pero no estableció una fecha de lanzamiento.
Lo que se sabe hasta ahora
Banxico ha reportado que "trabaja en el estudio y desarrollo de una plataforma encaminada a la implementación de una moneda digital", tomando como base las características que hoy ya posee el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), la infraestructura del instituto central que permite a bancos, casas de bolsa y otras entidades financieras enviar y recibir pagos entre sí. Dicho proyecto lo incluyó en un informe anual de julio de 2020 a junio de 2021, entregado al Congreso el pasado 16 de diciembre y publicado un día después.
El proyecto, según el documento, tiene entre sus objetivos la apertura de cuentas para el registro de una moneda digital, tanto para personas bancarizadas como no bancarizadas, y busca ampliar las posibilidades de pago en la economía bajo las premisas de rapidez, seguridad, eficiencia e interoperabilidad. Asimismo, apunta a sentar las bases para la innovación al contar con un activo versátil desde el punto de vista tecnológico para la implementación de mecanismos de automatización y programabilidad para el uso de servicios financieros.
3 etapas sin plazos:
1. Ecosistema CoDi: En primera instancia se recurrirá al ecosistema de Cobro Digital (CoDi) de Banxico -que usa la infraestructura de SPEI-, a fin de permitir la realización de transferencias indicando únicamente el dato de beneficiario, como es el caso de un número celular, así como el mantenimiento temporal de saldos a favor de un usuario no bancarizado.
2. Pagos con tókens: En una etapa posterior, esta funcionalidad podrá evolucionar a un esquema de órdenes de pago tokenizadas, de modo que una transferencia pueda ser posteriormente redimida.
3. Moneda digital: Finalmente, y a partir de los elementos desarrollados en las dos etapas previas, se contempla el desarrollo de funcionalidades para constituir registros de moneda digital a favor de usuarios directa o indirectamente en el banco central.
Posturas sobre las monedas digitales
En junio de 2021, durante la presentación de un Reporte de Estabilidad Financiera, Díaz de León dejó en claro que los criptoactivos están en su propio espacio, separados del sistema financiero, y llamó a mantener una "sana distancia" para evitar confusiones al consumidor. En noviembre agregó que el hecho de que algo pueda ser usado para pagar y recibirse de manera digital no lo hace "buen dinero": su valor debe ser estable en el tiempo, ampliamente aceptado como medio de pago y todos los precios en la economía tienen que estar referidos a éste, dijo.
Agustín Carstens, ex Gobernador de Banxico y actual gerente general del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), expresó en enero, que los bancos centrales deberían ser los emisores de las monedas digitales, ya que están en la mejor posición para proporcionar "dinero sólido". Por su parte, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), se ha limitado a comentar que el banco central está trabajando de forma proactiva para evaluar si emitir un CBDC y, en caso de hacerlo, de qué forma.
Interoperabilidad a prueba
El éxito de la CBCD de Banxico dependerá de las funciones e interoperabilidad que tenga, destacó la doctora Mónica Mimbrera, docente e investigadora de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC). Algunas de las características deseables, indicó, serían la reducción en los costos de operación, que sea fácilmente aceptable en las transacciones, rapidez en los procesos de liquidación y seguridad. Aunque pudiera ser usada como reserva de valor, su función fundamental sería servir como medio de pago y por sí sola no generaría rendimientos.
La interoperabilidad y la agilidad de los pagos en el ámbito interno sería relativamente sencilla en tanto se trata de la "jurisdicción" de Banxico, aunque se deberían resolver grandes limitantes como la brecha digital y de acceso a la tecnología en el País, así como mejorar las condiciones de inclusión financiera, subrayó la especialista. Para los mercados internacionales, particularmente pagos transfronterizos (remesas, pagos a proveedores, etcétera), el proceso sería más complejo, pues tendría que involucrar convenios con terceros, tanto con otras organizaciones públicas como privadas.
Control del dinero
México se estaría alineando a las nuevas tecnologías del sistema financiero a nivel internacional, donde la tendencia apunta a activos digitales respaldados por bancos centrales para contrarrestar las amenazas que pueden representar para éstos el bitcoin y otras criptomonedas que están "circulando", resaltó Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia Latam. Además de eficientar la función del dinero, es una manera de seguir este teniendo el control monetario como que lo han tenido los bancos centrales y el control del dinero.
"Los bancos centrales tienen un papel protagónico para que la innovación y avances tecnológicos puedan traducirse en mejores formas de dinero digital, al amparo de la confianza que la población ha depositado en la arquitectura monetaria y financiera moderna, así como las instituciones que la respaldan. En este contexto se ubican las monedas digitales por parte de bancos centrales, los cuales son reconocidos como una representación de la moneda de curso legal y cuyo registro contable se establece a favor de cualquier individuo", destaca el proyecto de Banxico.
¿Cómo van otros países?
Una criptomoneda no es lo mismo que una CBDC: la primera es un activo descentralizado -con alta volatilidad- que emplea cadenas de bloques (blockchain) para su operación; la segunda tiene un valor respaldado por un banco central y sus operaciones están integradas al sistema financiero nacional. El Salvador le apostó en 2021 a la "reina" de las criptomonedas: el 7 de septiembre se convirtió en la primera nación en adoptar como moneda de curso legal al bitcoin, creado en 2008 para "efectuar pagos en línea directamente de una persona a otra sin pasar por una institución financiera".
Actualmente hay nueve naciones que han lanzado su propia moneda digital, de los cuales la mayoría son islas del Caribe, pero donde figura Nigeria con la CBDC e-Naria, lanzada en octubre de 2021 y cuyo alcance aplicó exclusivamente para las personas bancarizadas. Asimismo, hay 13 países que operan pruebas piloto de su moneda digital, además de la Unión Europea, y otras que están en un incipiente desarrollo o unas más que se encuentran en etapa de investigación, como Estados Unidos, Reino Unido, India, Nueva Zelanda, Perú, Chile, entre otros.
Con su propia moneda digital
Nigeria
Bahamas
Granada
San Vicente y las Granadinas
Santa Lucía
Dominica
Montserrat
San Cristóbal y Nieves
Antigua y Barbuda
En prueba piloto
China
Corea del Sur
Hong Kong
Tailandia
Singapur
Malasia
Suecia
Ucrania
Arabia Saudita
Emiratos Árabes Unidos
Sudáfrica
Jamaica
Anguila
En desarrollo
México
Brasil
Canadá
Rusia
Australia
Japón