¿A dónde va nuestro País?

Los mexicanos, y posiblemente en muchos otros países, existe una doble vida para quienes ahí vivimos, en tanto se trate de aplicación del respeto a la norma jurídica. Una es la que se explica por la aplicación de la ley para el Pueblo, es decir en forma general, impersonal y coercitiva, para el enorme número de personas que cada día, se levanta a trabajar para lo personal y su familia, pero también para pagar impuestos que deberían dar resultados en los temas que tanto se han tratado y están sobre diagnosticados.

Otra forma de vida, entre muchas diferencias, es para aquellos poderosos que sujetan a los demás, con el pretexto de implementar la ley y enviarlos a la cárcel, convertidos en presuntos infractores, para ser sometidos al imperio de la ley. Nada se podría decir de estos “servidores” públicos, hasta que los hechos son dados a conocer, de quienes en esos lugares de poder o, de “representación popular "hayan hecho fuera de la ley, en tanto que, cuando se escinde la relación social, política o de amistad y se filtran los temas de ilegalidad que se han dado entre algunos personajes de poder. 

El caso de Alejandro Gerts y Santiago Nieto, el primero, el fiscal general de la Republica y el segundo el Ex Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, es emblemático de lo que sucede y ha sucedido durante muchos años en nuestro País. Quienes llegan al servicio público, lo hacen para servirse, salvo pocas excepciones.

¿En manos de quien estamos? ¿Quiénes son los que nos inculpan sin tener miramientos de lo que han hecho? Las presunciones delictivas en esos niveles de “importancia” son salvadas siempre, para los que logran contener los daños con cantidades de dinero que la inmensa mayoría de las personas jamás veremos en todas nuestras vidas.

La cárcel se hizo para los pobres dice el dicho popular. No se ha equivocado nuestra tradición, ahí están los que no pueden pagar lo necesario para salir del encierro. En su mayoría son gente que padecen encierro por robos de mínima cuantía. Desde luego los crímenes que se comenten tiene que ser purgado en su castigo totalmente. En eso estamos y, no creo que todos, de acuerdo. 

La lucha en contra de la corrupción no termina, los huecos de la ley, se hacen cada vez más grandes a expensas de “servidores públicos "que no empeñan su amor patrio por la seguridad física y patrimonial de los demás, pero igualmente, en un País como el nuestro en el que, la impunidad, que ha sobre pasado a los órganos encargados de salvaguardar nuestras vidas, han sido totalmente rebasado.

¿A dónde va nuestro País? ¿Quiénes son los que lo conduce y con que finalidad?

El poder transforma a las personas, quizás más allá de su preparación intelectual, creyendo o, haciéndonos creer, que la verdad absoluta les pertenece o, que tienen el derecho de abusar de lo transitorio en el Poder.

@jaimechlaita