La CTM sigue siendo priísta, los cetemistas, quién sabe

El coronavirus sigue entre nosotros por lo que debemos mantener las medidas preventivas. Uso de cubrebocas, sana distancia, lavado frecuente de manos y uso de gel sanitizante. 

AL NOPAL LO VAN A VER, sólo cuando tiene tunas, sentencia el potosinísimo refrán y así es, hay cosas que de repente se vuelven codiciadas y atractivas, aunque antes las ignoraran. Fundada como organización  política por Dante Delgado Rannauri, en 1996, Convergencia por la Democracia, obtuvo su registro como partido político, en 1999, en 2011, cambió su nombre a Movimiento Ciudadano. En 2012, se sumó, con el PT, al PRD, para postular a Andrés Manuel López Obrador. La coalición perdió y, MC, participó en los reclamos de fraude. En 2018, se suma, con el PRD, al PAN, para postular a Ricardo Anaya. En esa coalición no obtiene buenos resultados, pero en las elecciones locales de Jalisco, gana, sin alianzas ni coaliciones, la gubernatura, además 4 diputaciones locales y 26 presidencias municipales. La cifra sube, con los ayuntamientos y diputaciones que ganó en coalición, unas con el PAN y otras con el PRD, quedando como la primera fuerza política de ese estado. El gran salto lo da en 2021, cuando, Dante Delgado, decide dejar atrás la costumbre de sumarse a cuanta fuerza política se pusiera de modo, para participar en solitario. No le fue mal al partido pues obtuvo 24 diputaciones federales, que sumadas a las 8 senadurías que ya tenían, alguna fuerza de negociación le dan en el Congreso de la Unión. Lo más sobresaliente es que, MC, ganó la gubernatura de Nuevo León, con el controvertido, Samuel García, y la alcaldía de Monterrey, con Luis Donaldo Colosio Riojas. El crecimiento fue de tal modo que ya se menciona a Luis Donaldo, como uno de los bien posicionados en las encuestas de los presidenciables para el 2024. Eso ha hecho que ahora, los que andaban en otros partidos y sienten que van en declive, lo vean como una tabla de salvación y busquen aferrarse a ella.

COMO PILAR DEL PRI, junto con la CNC y la CNOP, la CTM, ha sido siempre muy celosa de la participación política de sus agremiados. Cuando en 2006, Francisco Martínez Ibarra, de larga trayectoria en sus filas, fue candidato del PRD a una diputación local y la ganó, el dirigente estatal, Emilio de Jesús Ramírez, anunció su expulsión. Martínez Ibarra, siempre adujo que el sindicato al que pertenecía era nacional y que una cosa era la participación política y otra la sindical. Para el cetemismo local no hubo argumento que valiera y lo dieron por expulsado, porque la pertenencia y lealtad al PRI era obligada y casi sagrada. Ahora que un diputado, que fue designado candidato una y otra vez, pues fue reelecto, e incluso aspiró a la candidatura a gobernador, decidió renunciar al PRI, para irse a otra fuerza política, algunos se preguntaban, ¿cuál será la contundente reacción de don Emilio? Ya tienen la respuesta, acaba de señalar que en la CTM, el corporativismo quedó atrás, la central obrera se adecua a la nueva realidad y respeta los derechos políticos de sus integrantes. La CTM sigue siendo priista, pero los cetemistas pueden militar donde sea. Maloras que no faltan, dicen que la nueva realidad es tanta, que ahora los dirigentes cetemistas pueden ser lo que quieran, sobre todo empresarios, menos obreros, esos nomás tienen que pagar sus cuotas.  

TRAS EL TIMÓN del codiciado barco que ahora es Movimiento Ciudadano, andan no sólo el neo expriista, Mauricio Ramírez, también otros que han hecho algo de talacha a su favor, cuando no se le veían tantas expectativas, como Marvely Costanzo, que fue su candidata a gobernadora, el propio, Eugenio Govea, que lo ha mantenido a flote, o algunos de los que lo han acompañado en esa tarea. Además hay que sumar a algunos que se quedaron colgando de la brocha en las recientes aventuras electorales y buscan una red que detenga su caída, como Sebastián Pérez. También se mencionan algunos que no han dejado el activismo político, mantienen presencia y grupo, pero han sido de alguna manera relegados, incluso perseguidos, como Emigdio Ilizaliturri y Luis Miguel Ávalos. Los que conocen a Dante Delgado, su frialdad analítica y su percepción política, dicen que no se puede decir que, Ramírez Konishi, vaya en caballo de hacienda y ya tenga la nominación en la bolsa. Más cuando hay otros personajes, que están en la jugada sin hacer mucho ruido y que no son de los perfiles políticos tradicionales. Entre ellos mencionan a Enrique Galván, empresario de muebles de oficina y cómputo y de la industria restaurantera, que es impulsor y dirigente de #sumandociudadanos, una  fundación que trabaja para crear enlaces entre las personas que quieren colaborar con la sociedad, por medio de capacitaciones, pláticas, productos, o simplemente aportando su tiempo para algunas causas comunes. A nadie debe descartarse, entonces, porque para eso de ver posibilidades en quienes menos se espera, Dante Delgado, se pinta solo. Les ha apostado a personajes a los que nadie les veía futuro y le dieron mejor resultado que los de grandes expectativas.    

ESTE PAN YA SE COCIÓ, dijeron algunos, cuando se enteraron que, Lidia Argüello, declinó su participación en la elección de la dirigencia estatal y anunció que su equipo de trabajo se suma al de Josefina Salazar. Quedan solamente Verónica Rodríguez y Josefina Salazar. Eso, para empezar, deja sin efecto la segunda vuelta y evita la división del voto de los que se oponen a la candidatura presuntamente oficial. Será interesante el resultado y hay quienes dicen que la lección de madurez que dieron dos contendientes del PAN, la deberían aprender, los del SNTE, que tienen elecciones de dirigencia por las mismas fechas, con 7 planillas, varias de ellas denunciando que hay un candidato oficial que tiene ventajas por el apoyo de la estructura, pero nadie habla de unirse para contrarrestar esa situación. NOSOTROS DECIMOS:

Como las cosas están,

La lección es muy patente,

La están dictando en el PAN

¡Pero que la entienda el SNTE!

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