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Los riegos que puedes padecer si comes a deshoras

El Imparcial | 28/11/2021 | 16:14

 

La gran mayoría de las personas pensamos , que nuestra mala alimentación puede ser un factor importante cuando padecemos enfermedades que pueden llegar a afectar nuestra salud , pero lo que no sabemos es que la hora a la que comemos también puede ser un elemento a nuestras enfermedades , importa qué y cuánto comemos, pero también cuándo.

Hay  procesos naturales que  están coordinados por un reloj circadiano que tiene un engranaje principal situado en nuestro cerebro. Que se coordina con muchos engranajes secundarios situados en casi todos los órganos de nuestro cuerpo.

El cuerpo humano mantiene en hora sus propios relojes circadianos, pero varios estímulos del exterior permiten sincronizar nuestro reloj biológico. El más importante es la luz que recibimos a diario a través de nuestros ojos. La luz natural durante el día favorece el estado de vigilia y la oscuridad de la noche promueve la producción de melatonina, la hormona del sueño.

El desajuste entre estos estímulos externos y el reloj interno puede conllevar una alteración de los ritmos circadianos. Es lo que se conoce como cronodisrupción. Un claro ejemplo lo encontramos en el trabajo en turno de noche. En esta situación, nuestro cuerpo está expuesto a estímulos externos a deshora, principalmente a luz artificial en horario nocturno.

Este desajuste constante altera los ritmos circadianos de quienes trabajan en turno de noche y puede tener un efecto negativo en la salud.

Teniendo en cuenta que la comida también puede sincronizar nuestro reloj interno, no hace mucho se comenzó a plantear si comer a deshoras podía tener también cierto impacto en la salud humana. En 2018, un estudio encabezado por el profesor Manolis Kogevinas mostró que cenar antes de las 21:00 se asociaba con un menor riesgo de padecer cáncer de próstata y mama en comparación con una cena después de las 22:00.

Aparte de la hora a la que cenamos hay otros dos factores importantes y estos son la duración del ayuno nocturno y la hora del desayuno (des - ayuno, del latín salida del ayuno). En el estudio más reciente al respecto, mostramos que hacer un ayuno nocturno prolongado (de más de 11 horas), que reduciría la ventana de alimentación durante el día, podría estar asociado con un riesgo menor de padecer cáncer de próstata. Cabe destacar que este nuevo estudio muestra la importancia de romper el ayuno nocturno pronto por la mañana.