A una década de iniciar, la cadena de pizzas capitalina Pizza del Perro Negro lanzó su nuevo modelo de franquicias a fin de expandirse a otros estados.
Durante la pandemia, el grupo de socios decidió que la opción más viable para continuar con su crecimiento era mediante franquicias, por lo que la meta es llegar a los 100 establecimientos en 10 años, adicionales a sus trece sucursales propias.
"Queremos tener 30 franquicias en cinco años y en 10 años tener 100, ése es un ritmo de crecimiento que sabemos que podemos controlar y más que controlar, podemos tener la atención suficiente para poderlos apoyar.
"Vamos a empezar (con las franquicias) por la Ciudad de México y después nos vamos a ir abriendo hacia 100 kilómetros a la redonda para contemplar Estado de México, Querétaro, Hidalgo, Morelos y Puebla, que son los que nos quedan a esa distancia, justo porque queremos mantener esta calidad, en la Ciudad de México es donde tenemos el comisariato y es lo que nos permite garantizar frescura, calidad, puntualidad en la entrega de todos los insumos para que podamos tener un crecimiento ordenado", explicó Andrés Carrillo, director general y socio de la empresa.
César Aranday, director general de la consultora Aranday & Asociados, describió al modelo de negocios como una franquicia disruptiva que permitirá hacer un proyecto específico en cada ubicación seleccionada bajo el concepto que distingue a la pizzería.
Para ello se tomarán dos de sus unidades como prototipo a replicar.
Si bien la inversión inicial se ajustará según las características del inmueble y su localización, oscilará alrededor de los 2.4 millones de pesos para que cada nueva unidad esté lista para operar en un plazo promedio de 45 días.
El retorno de inversión se tendrá en aproximadamente 30 meses.
