Embotelladoras detonaron desarrollo
La década de 1970 fue, sin duda alguna, la de la transformación en San Luis Potosí, no solo en el nivel estético del Centro Histórico y el nacimiento de colonias en las orillas de la ciudad, sino en la detonación de la industria en todas sus ramas.
Pareciera que fue en esa década cuando San Luis Potosí y los potosinos descubrieron el potencial de la región y empezaron a asentarse cada vez más y más empresas de todas las ramas de industria.
Fue en este ambiente de pujanza y desarrollo cuando se abrió la Embotelladora América en Santiago, que ya se había convertido en una pequeña Zona Industrial y que cuna de productos tradicionales como el Mole Doña María.
El crecimiento de SLP llegó a partir de sus centros de abasto
Y es que el crecimiento y desarrollo de la ciudad comenzó con la formación de los primeros centros de abastos, sin embargo, la instalación de embotelladoras dio un giro al crecimiento de la capital, como ocurrió con el caso de la Embotelladora América que fabricaba los populares refrescos Barrilitos Dr. Brown.
Asentada en la avenida de La Paz, una de las vialidades de gran flujo vehicular, la Embotelladora América llegó a la ciudad para la producción de refrescos y además para la generación de empleos, empresa del Barrio de Santiago que se sumó a la historia de esta bella ciudad.
Se asentó en el Barrio de Santiago
La empresa llegó a uno de los barrios tradicionales, donde se detonaron el comercio y la inversión, ya que ahí se encontraba la fábrica de mole, una fábrica de estufas y la embotelladora de Coca-Cola.
Esta refresquera llegó en la década de los 70 empleando a repartidores y trabajadores dedicados a los procesos de producción de la refresquera.
Esta bebida que nos invade de nostalgia era famosa por sus sabores y su venta en fondas y cooperativas escolares, además de que se consolidó en aquella época como el refresco preferido de los potosinos, con un costo de $1.20 en su botella de vidrio de 500 mililitros.
La marca fue comprada en 1998
En 1998 esta marca fue adquirida por la embotelladora Del Valle, quien mantenía en operación la fábrica y la producción del conocido refresco de barrilitos, caracterizado por los distintos sabores que ofrecía, sin embargo por razones que se desconocen, la planta en la ciudad fue cerrada.
La propietaria de esta marca refresquera cerró su planta en 2001, sin embargo el predio en donde comenzó ahora aloja una sucursal de una importante cadena comercial.