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Nadie se acuerda, la Revolución a muerto

Oscar Esquivel | 18/11/2021 | 13:10

Sin principios no hay nada, no precisamente los políticos o los religiosos o las mismas reglas sociales, el objetivo es alcanzar aquello que brilla, perdiendo de vista la esencia misma de la humanidad, las metas son la simulación y el alcance material, el éxito es sinónimo de poseer todo bien material, aún y cuando no haga falta en nuestras vidas.El lujo como religión y la avaricia como dios. 
El mundo actúa bajo los influjos de aquello que le permita sostener sus riquezas, sus territorios y heredar materia en lugar de moral,es un frenesí contagioso por alcanzar la cumbre de lo potentado.La mayoría de personas que están en posiciones de adquirir bienes, no se conforman con una vida moderada, siempre quiere más y más, insaciables ante la gloria, e indiferentes ante la necesidad mundial.
Decía Ricardo Flores Magón si no el único,fue un verdadero ideólogo revolucionario, idealista, sus ideas fueron inspiración para quienes forjaron la revuelta revolucionaria de 1910. Con su pensamiento de avanzada, nos expuso antes de morir sobre la desigualdad y a codicia:“los resultados de esta locura universal son espantosos, la virtud es pisoteada por el crimen, y la astucia toma el lugar de la honradez; la sinceridad no es más que una palabra o a lo sumo una máscara tras de la cual sonríe un fraude.No hay valor para sostener las propias convicciones” “La franqueza ha desaparecido y el engaño forma una pendiente resbaladiza sobre la cual los hombres se encuentran en sus tratos sociales y políticos” Ricardo Flores Magón murió 21 de noviembre 1922, condenado a 20 años de prisión nuncarindió sus ideales por alcanzar un anarquismo mundial. 
UNA COSA LLEVA A LA OTRA
A más de un siglo de que iniciara la Revolución Mexicana y donde los eventos convulsos comenzaran con intensiva violencia, con un caudillismo desintegrado, la avaricia de unos y la poca convicción de otros, al destierro de Porfirio Díaz pareció que todo seria terso, se había cumplido el objetivo, y ahora sí, viviríamos una democracia plena. 
México fue adaptándose a la herencia revolucionaria. ¿Qué tenemos ahora? Una verdadera revolución,si se le podrían llamar a los grupos armados que proliferan en cientos de municipios del país bajo el pretexto de la autodefensa de los pueblos pobres, se han armado bajo la mirada atónita e indiferente del gobierno de la república, calla, pretexta y permite violar la ley, no se diga de los gobiernos estales, que simplemente temerosos le pasan la responsabilidad a la federación sentándose en sus laureles. Grupos delincuenciales armados hasta los dientes, agrupaciones comunitarias políticas en municipios de Guerrero, Michoacán, Chiapas, Chihuahua, Veracruz, Tamaulipas, por nombrar algunos, se enfrascan en una lucha por el territorio, la violencia está desatada y nada ni nadie la puede frenar. La ley del mas fuerte, viola, mata , secuestra, castiga, ambos lados son los mimo.
Esto no era el cambio que soñamos, no se quería esto para le país y mucho menos, que generaciones enteras de los últimos años vivan bajo el signo de la violencia, privados de vida libre y en paz. La violencia duele, pega, se arraiga, cuatro personas asesinadas por hora, miles de desplazados de sus comunidades, desapariciones forzosas por cientos, las cifra es un jaloneo entre familiares de las víctimas y los datos oficiales, en fin, cada día el ciudadano común solo ve que su estabilidad emocional, el miedo, y la rabia, se apodera lentamente de su persona sin poder hacer justicia.
VERGÜENZA
Una degradación cierne como nube estéril sobre nuestras cabezas, y es las que nos propinan los diputadosfederales; “políticos de arraigo y buenas costumbres”,nuestros representantes más cercanos proliferaron todaclase de bochornosos insultos, todo por la lucha de la “despreciable” suma de 7.08 billones de pesosdel presupuesto a ejercer de la federación para el año 2022. Horas de discusión, de análisis, de mentadas a la progenitora, sin faltar canticos afinados de las mañanitas al presidente por su cumpleaños. Circo de monos.
El oficialismo de ayer y hoy, continúa comportándose igual que hace un siglo o 10 años , es la misma cosa, la intolerancia, la barredora mayoritaria, la intransigencia y desprecio por las minorías, imponen su poder, la mismo con la oposición de ayer y hoy, siempre se quejan de no ser tomados en cuenta, se pelean por el presupuesto y obtienen migajas, en el neoliberalismo con en el peñismo, se compraban a los diputados con carretadas de dinero para sacar adelante reformas a la constitución, hoy los oficialistas  buscan la “foto” con el presidente para sacar raja política para un futuro próximo.
 
Morena y aliados a disposición plena del ejecutivo, sin una coma que cambiar a la ley de egresos,  por otro lado diputados del PRIAN y la chinche del PRD, bajo el mando del  su principal socio político y financiero, Claudio X González, pelearonestoicamente, han sido comparados con los contrincantes del pugilista CaneloÁlvarez, sabían que iban a perder, ¡cómo no! en lugar de buscar adaptarse, pusieron bajo reserva 1994 puntos de discusión, el berrinche fue tan grande, obvio, la contraparte dio un manotazo, y se acabó el asunto.
Marco Cortés presidente panista tiene razón, la alianza del Si por México, no ganará una sola de las gubernaturas en disputa para el año que viene, y Alíto el chiquito dueño del PRI y copresidente del aliancista, pone en riesgo de desaparecer al revolucionario, de tal manera que para finales de la actual administración Lopezobradorista, el PRI aún con su búsqueda infructuosa de militantes en su microscopio institucional, no gobernara ni uno solo de los estados de la república, por malos estrategas y rendirse al dinero. 
 
Las revoluciones nacen para cambiar el entorno político, social y económico de los pueblos, cuando se deja a un lado esos principios, otros revolucionarios harán lo mismo.En un círculo desfavorable para la sociedad, cada quien velará por los intereses que son ajenos al pueblo.
 La revolución mexicana murió hace tiempo ¿estaremos en la antesala de una nueva?
 
Nos saludamos pronto.
Oscar Esquivel.