La organización no gubernamental, Public Eye, realizó la investigación; visitó 17 fábricas que abastecen a Shein y su empresa matriz Zoetop, cerca de la sede de Shein, en la ciudad china de Guangzhou.
De acuerdo a este trabajo, se habría comprobado que varios miembros del personal de hasta 6 centros trabajaban 75 horas a la semana y lo harían con 3 turnos por jornada laboral.
«Los horarios irían desde las 8:00 de la mañana a las 12:00 de la misma; de las 13:30 de la tarde hasta las 17:45; y desde las 19:00 hasta las 22:30», detalla el informe.
Los trabajadores entrevistados aportaron horarios de trabajo similares y detallaron que tras cenar seguían trabajando todos los días de la semana a excepción de uno, al tiempo que solo disponían de un día libre al mes.
La legislación china precisa límites a las horas extra de trabajo
Aunque estas horas no son inusuales en los centros de producción chinos, las condiciones chocan de lleno con lo que reza la legislación laboral china; esta precisa que una semana laboral debe comprender un máximo de 40 horas.
Respecto a las horas extras, detalla que estas no pueden exceder las 36 horas al mes, al tiempo que precisa que los trabajadores deben tener al menos un día libre por semana.
Un portavoz de Shein explicó en la BBC que en cuanto han tenido constancia del informe, solicitaron una copia de inmediato para iniciar una investigación.
«Tenemos un código de conducta para proveedores, que incluye estrictas políticas de salud y seguridad y que cumple con las leyes locales. Si se identifica un incumplimiento, tomaremos medidas inmediatas», apuntó.
Las sombras de Shein y la industria del fast fashion
El negocio de Shien cubre más de 220 países y regiones de todo el mundo. De hecho, en mayo se consagró como la app de compras más descargada en Estados Unidos, superando a Amazon, Zara y H&M. Y pese a esta notoriedad, poco se sabe de ella.
Sus datos de facturación son un misterio. Los medios locales estiman que en 2020 la compañía registró una cifra de negocio de más de 63,500 millones de yuanes (9,715.7 millones de euros).
Esta cifra es el doble de lo que ingresó el año anterior, y supera con creces lo que generaron a través del canal online Inditex y H&M: 6,612 millones anotó el gigante gallego y 5,172, por su parte, el sueco.
«Sin un parque de tiendas físicas que añadan gastos generales y con productos fabricados y exportados en gran medida al resto del mundo, Shein estaba particularmente bien posicionada para capear la pandemia», explica Luis Lara, profesor en ISEM Fashion Business School para Business Insider España.
Shein presenta cada mes una media de más de 15,000 productos –500 al día– con unos precios que oscilan desde el euro hasta los casi 100 euros para su gama más premium, Moft, de acuerdo a su web.
Pero para que estas cifras sean posibles son necesarias ciertas coyunturas. Sus fabricantes deben ubicarse a un máximo de 5 horas en coche del centro de abastecimiento, según Bloomberg.
Sus proveedores, además, deben completar el proceso de diseño y producción en unos 10 días, muy por encima de las famosas 3 semanas que tarda Zara en reponer un producto.
Esa rapidez, detalla Angie Choroco, experta en comunicación para marcas de moda, se debe a que todos los procesos —desde el patronaje al embalaje— están centralizados en una sola empresa.
Su buena posición como negocio también se debe a caminar en sentido inverso al sector. Lara explicaba, en este sentido, que el modelo de Shein solo tiene futuro si hay una despreocupación por la sustentabilidad y el medioambiente.
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