Dr. Jaime Chalita Zarur | 08/11/2021 | 14:02
En nuestra relación social, por cierto muy dañada, no deberíamos permitir la represión pública con el dinero de quienes lo aportan, después de todo, es concentrado en el poder que concedemos desde lo particular. Tampoco tendría que permitirse la injusticia social, pretextando una soberanía inexistente, en una globalización que nos convierte en comunidad mundial.
De las inequidades en la riqueza, pero igualmente de la falta de la aplicación real de la justicia cotidiana apoyada en nuestras leyes y, de ello la pésima calidad de la impartición de la educación pública, nace, esencialmente, la irritación social, el descontento que lleva a los abusos de las personas en contra de los diferentes componentes de la comunidad.
No es en la gente que trabaja y, goza de los frutos de su esfuerzo, lo que enoja a las personas de la sociedad, es el descaro de quienes abusan del dispendio de lo público, dejando ejemplos de deshonestidad.
El proverbio popular en México que se ha referido desde hace muchos años a nuestra situación geográfica con el País del Norte, Estados Unidos, quejándose de nuestra cercanía con ellos y, nuestra lejanía con nuestro Creador, cobra realidad en nuestro País, actualizándose con increíble realidad.
Hoy tendríamos que decir, pobres de los mexicanos, tan cerca de sus políticos corruptos e impunes, gozando de lo mal habido, hurtando hasta el aire que se respira, pero igualmente, los sueños de crecimiento de las personas y tan lejos del Creador.
Emilio Losoya, ha quedado en la cárcel, lo mismo podría ocurrir con el ex diputado Peredo Carrizales. Dos muestras de personas, como muchos que han delinquido, que se han dedicado a estar al amparo de la impunidad para no pagar por sus crímenes.
Parece que los corredores de la impunidad se van estrechando para evitar la comisión de los delitos en nuestro País. La lamentable es que, la falta de castigo a quienes delinquieron, permitió el crecimiento exponencial de la criminalidad en cualquiera de sus modalidades.
Nuestra sociedad tiene y, debe cambiar. Lo que nos ocurre es corresponsabilidad de todos y entre todos tenemos que recomponer. La bestialidad, con la que se vive en esta jungla, que hiere y muchas veces mata, de todos contra todos ya no es soportable.
@jaiemchalita
