Jueves 28 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Bum-bum, bum-bum

Clara Villarreal | 25/10/2021 | 15:18

Hoy desperté sin ganas de nada, con un cuerpo sano, pero agotado, desmotivado... sin ninguna emoción que me sacara de la cama.

 

Decidí no trabajar, en martes... pensé que alguna ventaja debe tener ser la dueña de mi tiempo y agenda.

 

A pesar de mis ánimos, algo me mantuvo con vida por la noche, me permitió despertar esta mañana. Algo que se formó desde los primeros días de vida celular y que nunca ha dejado de moverse, de trabajar para mí.

 

Nunca había sido tan consciente de ti, de todo lo que has hecho por mí. Eres el sol de mi cuerpo, majestuoso, no dependes de nadie y, sin embargo, todos dependemos de ti. No había caído en cuenta de que no duermes, no descansas, no tomas vacaciones, simplemente haces lo tuyo; sin sueldo, horarios, ni comisiones de ningún tipo. No me pides nada y me mantienes viva para que yo pueda trabajar, descansar, pasear, entrenar, sobresaltarme con una película y llorar cuando llega el final. Subes el ritmo, aumentas la fuerza o te serenas, para llevarme por las subidas y bajadas de la vida, para bailar al ritmo de mis emociones.

 

Gracias por acurrucarte en mi pecho, latiendo con intensidad, para deslizarme en los patines a la velocidad de mis deseos, por ser más suave cuando medito, por seguirme el paso en los días emotivos y en los complicados, con experiencias que vivo cada día. Tantas gracias por dejarme sentir, en todo el cuerpo y conmoverme el alma.

 

Agradecer no es cuestión de decirlo a alguien más, nuestro cuerpo hace mucho por nosotros y estoy segura de que escucha nuestra voz agradecida. Desde los primeros días de vida, cuándo apenas éramos un conjunto de células nuestro corazón incipiente latía. Era él quien provocaba el movimiento en aquel acelerado proceso de formar un ser humano.

 

Gracias, corazón.

 

Esta noche al recostarte, te invito a que respires y que poco a poco te hagas consciente de los latidos de tu corazón: bum-bum, bum-bum... si viene algún pensamiento déjalo ir, en este momento son solo tu corazón y tú... bum-bum, bum-bum... late desde siempre y lo hará hasta el último de nuestros días... bum-bum, bum-bum... gracias, corazón, por la fuerza, por la vida, por dejarme sentir el amor.

 

Gracias a Fernando Álvarez, mi psicoanalista, por enseñarme tanto de mi.

 

Twitter: @claravillarreal 

 

contacto@claravillarreal.com 

 

 

 

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Clara Villarreal

 

 

 

Bum-bum, bum-bum

Nunca había sido tan consciente de ti.

Hoy desperté sin ganas de nada, con un cuerpo sano, pero agotado, desmotivado... sin ninguna emoción que me sacara de la cama.

Decidí no trabajar, en martes... pensé que alguna ventaja debe tener ser la dueña de mi tiempo y agenda.

A pesar de mis ánimos, algo me mantuvo con vida por la noche, me permitió despertar esta mañana. Algo que se formó desde los primeros días de vida celular y que nunca ha dejado de moverse, de trabajar para mí.

Nunca había sido tan consciente de ti, de todo lo que has hecho por mí. Eres el sol de mi cuerpo, majestuoso, no dependes de nadie y, sin embargo, todos dependemos de ti. No había caído en cuenta de que no duermes, no descansas, no tomas vacaciones, simplemente haces lo tuyo; sin sueldo, horarios, ni comisiones de ningún tipo. No me pides nada y me mantienes viva para que yo pueda trabajar, descansar, pasear, entrenar, sobresaltarme con una película y llorar cuando llega el final. Subes el ritmo, aumentas la fuerza o te serenas, para llevarme por las subidas y bajadas de la vida, para bailar al ritmo de mis emociones.

Gracias por acurrucarte en mi pecho, latiendo con intensidad, para deslizarme en los patines a la velocidad de mis deseos, por ser más suave cuando medito, por seguirme el paso en los días emotivos y en los complicados, con experiencias que vivo cada día. Tantas gracias por dejarme sentir, en todo el cuerpo y conmoverme el alma.

Agradecer no es cuestión de decirlo a alguien más, nuestro cuerpo hace mucho por nosotros y estoy segura de que escucha nuestra voz agradecida. Desde los primeros días de vida, cuándo apenas éramos un conjunto de células nuestro corazón incipiente latía. Era él quien provocaba el movimiento en aquel acelerado proceso de formar un ser humano.

Gracias, corazón.

Esta noche al recostarte, te invito a que respires y que poco a poco te hagas consciente de los latidos de tu corazón: bum-bum, bum-bum... si viene algún pensamiento déjalo ir, en este momento son solo tu corazón y tú... bum-bum, bum-bum... late desde siempre y lo hará hasta el último de nuestros días... bum-bum, bum-bum... gracias, corazón, por la fuerza, por la vida, por dejarme sentir el amor.

Gracias a Fernando Álvarez, mi psicoanalista, por enseñarme tanto de mi.

Twitter: @claravillarreal 

contacto@claravillarreal.com