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¿Por qué no quieres ver? (Homilía)

Cuando la realidad es algo que  disgusta, preferimos cerrar los ojos; porque pensamos, que si no vemos, no sufrimos.

Pero, la realidad no desaparece con solo cerrar los ojos. Ya que hay verdades que están ahí, aunque nosotros nos neguemos a verlas.

Hay situaciones, que por ser dolorosas, preferimos evadirlas. Pero la evasión, no es ninguna solución. Porque, aunque cerremos los ojos, la realidad seguirá doliendo.

Es mejor abrirse a la realidad. Porque si hacemos como que no vemos, el dolor seguirá anclado en el alma.

Por eso, hay que imitar a los hombres de fe, que nunca se acobardaron ante la realidad; y estuvieron dispuestos a abrir los ojos, para enfrentar la realidad.

Los hombres de fe, saben mirar con los ojos del alma; y desde ahí, sienten la presencia de Dios, que nunca los abandona; y les da la fuerza para enfrentar cualquier situación.

Hoy, vemos en el Evangelio, la realidad de un hombre, que había dejado de ver, pero al sentir la presencia de Jesús, le pide a gritos que le devuelva la vista.

Y cuando el ciego se acercó al Señor: “Entonces le dijo Jesús: ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contesto: Maestro, que pueda ver”. (MC 10).  El hombre necesita ver, porque sus afecciones lo han dejado ciego; y eso, le impide ver con claridad.

Bartimeo, tenía abiertos los ojos del alma. Y ese, era su motivo, para recuperar la vista. 

Ya que hay personas, que tienen buenos ojos, pero han cerrado su corazón. Y eso, les impide ver con claridad.

Por eso, es indispensable pedir fe, porque con ésta, tendremos el valor de  enfrentar lo que venga; con fe, es posible abrir los ojos, y no tener  miedo a lo que vayamos a ver.

Por esa razón, Jesús le dijo a Bartimeo: “Vete; tu fe te ha salvado”. Con fe, es posible abrir los ojos; sin miedo ante la realidad.

Con Dios, es posible aceptar la realidad, sin que tengamos que  cerrar los ojos.  

No hay realidad con la que no podamos; y si contamos con Dios, tendremos el valor de abrir los ojos, sin temor a lo que tengamos que  ver.

Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez

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