Sábado 20 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Que Dios guarde la hora

Pedro Cervantes Roque | 24/09/2021 | 09:41

Los temores hacia el futuro se originan en la incertidumbre que producen las valoraciones personales de todos los antecedentes disponibles. La gama de opiniones respecto de todo gobierno que inicia no es muy grande, es más, diría que se reduce a la mínima expresión de dos. Pero de la confrontación de los opuestos no se alcanza el silogismo. Se es bueno o se es malo, solamente.
Ricardo Gallardo Cardona encabezará a partir de este domingo el gobierno del estado y promete un futuro esperanzador para todos. Los cambios, asegura, comenzarán el mismo día de su toma de posesión que ha programado para el mediodía del 26 de septiembre, fecha en que concluye una administración y se inicia la suya. Lo que está claro es que ya eligió el proyecto con el cual desprender sus actividades como gobernador. No sabemos con precisión cuál y cuántas serán las acciones que emprenda para fincar el cambio prometido, pero hay confianza en que esa selección es atinada.
La visión contraria, expresada de varias formas por varios personajes de nuestro entorno, teme que el estado sea escenario de problemas agravados constantemente y de confrontas con el tinte de venganzas y de ajuste de cuentas. Un gobierno cerrado, un escenario con matices contrarios a la voluntad de los más, es el que imagina un sector que, a su vez, es sometido a críticas y señalamientos que intentan neutralizarlos y colocarlos más allá de la línea de tolerancia con la que todos debemos intentar una lucha de conjunto para remediar nuestros males comunes.
Es cierto que la diversidad produjo rompimientos violentos en el pasado. Que las convicciones personales rebasaron el límite de la convivencia y la intolerancia rompió las esperanzas populares de desarrollo mientras la separación ampliaba la distancia entre unos y otros. No estoy cierto de que el joven gobernante Ricardo Gallardo Cardona esté en posibilidad de reducir las grietas que asoman tras la elección entre sus detractores y él pues no hay disposición para ceder por ninguna de las partes inconformes.
¿Qué relevancia pueden tener los segmentos opuestos a Gallardo Cardona en el ya próximo periodo gubernamental?
Creo que no tenemos precisado cuál es el tema en disputa. Si la decisión de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es inapelable, la adquisición del poder en la mesa de los juicios ya no está en los temas a discutir. Sí, en cambio, está en juego la negociación de los beneficios derivados del poder. Tan siniestra puede aparecer la imagen del gobernador entrante como la de sus adversarios en la sombra, moviendo los hilos que generan tropiezos, amañados procesos de desacreditación, etcétera.
Si gobernar para Ricardo Gallardo se convierte en una suerte de prueba constante de sus habilidades para sortear situaciones artificiosamente creadas, es evidente que su deber será ejercer el poder sin concesiones. Además de los problemas consustanciales al desarrollo de San Luis Potosí existen una serie de presiones externas al gobierno cuya pretensión es conservar espacios de poder político y económico que dieron pie a señalamientos durante la campaña.
Sin embargo, lo deseable es que Gallardo Cardona identifique claramente las dimensiones, los orígenes y las expectativas que los grupos empoderados de San Luis Potosí le van a plantear a su administración a partir del domingo próximo. Aún en el caso de los tan llevados y traídos antecedentes penales y las sospechas sobre relaciones nefastas, su contrademanda de pruebas y confirmaciones será posible como un alto al estorbo que ya comienza a levantarse frente a su presencia en palacio. Por eso, la suerte de nuestro estado está en sus manos. Dios guarde la hora si no.
pedrocervantesroque@yahoo.com.mx