Querido y reconocido por críticos y audiencia en la industria del entretenimiento, la vida de Tom Hanks se ha convertido en la aspiración de cualquiera.
El actor ganador del Óscar ha sabido inmortalizarse con roles entrañables en filmes como Forrest Gump (1994), Rescatando al Soldado Ryan (1998) o Náufrago (2000), a la vez que construye una vida feliz al lado de su esposa Rita Wilson.
Sin embargo, en la década reciente se ha visto incomodado por una piedrita... Su tercer hijo, Chet.
Con 31 años, el nacido en Los Ángeles ha sufrido problemas de drogas, líos familiares y una carrera artística tropezada.
Chet eligió abrirse camino en las artes, igual que sus medios hermanos Colin, quien se dedicó a la actuación, y Elizabeth Ann, quien se ha desarrollado como escritora. Su hermano menor, Truman, llevó su talento detrás de las pantallas como operador de cámara.
Graduado de Arte Dramático en la Universidad de Northwestern, Chester Marlon parecía predestinado al éxito, obteniendo una buena oportunidad en el filme Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal.
Participó también en series como Your Honor y Empire, pero luego hizo un giro hacia la música, donde su propuesta como rapero (se hace llamar Chet Haze), subida de tono en lenguaje e imagen, ha captado los estelares más por polémica que por talento.
La desazón
En 2014, el intérprete comenzó a dar de qué hablar cuando decidió hacer pública su adicción a las drogas. Estuvo internado en un centro de rehabilitación, una lucha en la que detalló había estado inmerso desde los 16 años.
Pero lo que parecía ser el inicio de una historia de superación personal, se ha tornado en una serie de eventos cada vez más desafortunados, al que se suman órdenes de aprehensión, demandas y escándalos que no paran, ni siquiera cuando, tras el nacimiento de su hija Michaiah en 2016, aseguró que había encontrado una motivación para cambiar.
"Ella es la razón por la que he dado la vuelta a toda mi vida y por la que me mantengo sobrio", expresó a la prensa en EU en su momento. Pero sólo fue un espejismo.
La caída
Una de las controversias más fuertes en las que se la ha visto involucrado es la demanda de un millón de dólares de su ex novia, Kiana Parker, quien, de acuerdo con la revista People, lo acusó de asalto y agresión.
Dijo incluso que la amenazó con un arma. Aunque Chet negó todo, Parker obtuvo una orden de alejamiento.
En medio del escándalo, el hijo de Hanks estrenaba el videoclip de su tema "White Boy Summer", en el que se muestra rodeado de mujeres en bikini mientras beben, se drogan y las toca al bailar... Una imagen poco favorecedora.
Chet intentó reinvindicarse anunciado que el título de su siguiente colección sería "Black Queen Summer"... En redes sociales de inmediato lo tacharon de racista, recordando cómo en 2015 se negó a dejar de utilizar el término 'Nigga', popular en el rap, pero despectivo para la comunidad afroamericana cuando viene de un externo.
A finales del 2020 se volvió la comidilla en la web al hacer una mala imitación del acento jamaiquino, lo que varios consideraron una falta de respeto.
Haga lo que haga, incluso defendiendo que sus intenciones siempre han sido las mejores, el actor genera polémica en cada paso, lejos del bajo perfil que caracterizaba a la familia Hanks.
La culpa
El estadounidense alguna vez llegó a atribuir todos estos males al precio que ha tenido que pagar por la fama de su padre.
Por su lado, el histrión de 65 años, ganador de Óscar, Globo de Oro, Emmy y BAFTA, ha preferido omitir su opinión respecto a las polémicas de su hijo y mantenerse enfocado en destacar el talento que le ha demostrado en la actuación.
Ambos han compartido escenas en títulos como Larry Crowne: El Amor Llama Dos Veces y Greyhound: En la Mira del Enemigo.
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