Saldos del 'Grito' solitario

La plaza de armas solitaria mientras el gobernador Juan Manuel Carreras López desgranaba desde el balcón central del palacio de gobierno lo que sería su último “grito” conmemorativo de la independencia del país se destacó como el hecho más relevante de los festejos patrios pues el cumplimiento del ritual en medio de la soledad evitó la tradicional aglomeración que se presenta en esa fecha con lo que, a su vez se conjuró el riesgo de que se generara un rebrote de la pandemia.

Por lo menos, esa fue la utilidad de que JMCL no haya cedido a la tentación de encabezar el que tal vez fue uno de los últimos actos públicos más populares que encabezaría antes de entregar el mando a su sucesor sin la presencia de las miles de personas que suelen atestiguarlo.

Así en ese inusualmente escenario solitario Carreras rindió homenaje a los héroes que nos dieron patria sin las ¡vivas! Que normalmente lo enmarcaban.

Incluso, el también tradicional festejo que se llevaba a cabo en el patio central del palacio en el que se repartían bocadillos y algunas bebidas tuvo lugar de manera silenciosa pues los funcionarios e invitados asistentes optaban por hablar en voz baja con sus parejas y la mayoría empezó a retirarse desde antes de las 12 de la noche en un ambiente inocultable de despedida y hasta de incertidumbre ante lo incierto del futuro de muchos.

De cualquier manera, con la decisión de no dar paso a la celebración masiva ni aún provocar aglomeraciones posteriores al festejo oficial y dar lugar mejor al clásico brindis con asistencia reducida y silenciosa Carreras cumplió con su obligación de no provocar riesgos de rebrotes de la pandemia.

Sin embargo fue evidente que no en todas partes se tuvo el mismo cuidado como lo reflejó la consecuencia de la pésima decisión tomada por la Coepris de aprobar la ampliación del horario de servicio en los restaurantes a los que se les permitió dar servicio hasta la medianoche.

Supuestamente a los antros no se les autorizó estar abiertos hasta después de las 10 de la noche, pero ya se vio  que a los dueños de unos y otros negocios les importó un soberano pito el límite impuesto pues conforme el reporte de la dependencia encargada de vigilarlos casi todos violaron  el horario de servicio lo que seguramente fue consecuencia de la ampliación, en el primer caso pues con los lugares llenos no iban a estar muy preocupados por cerrar a la hora fijada con una clientela ansiosa de seguir los festejos patrios y los brindis.