Tlaxcaltecas y otomíes lo poblaron
San Luis Potosí fue formado por siete barrios, cada uno fue poblado por un grupo diferente de indígenas, unos locales, otros traídos por los españoles para poblar la región. Uno de estos barrios fundacionales fue el de San Miguelito que se pobló con familias de indios tlaxcaltecas y otomíes traídos a territorio potosino por los monjes franciscanos en 1597.
El Barrio de San Miguelito se convirtió en uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad.
San Juan de Guadalupe se independizó
Fue en 1827 cuando San Miguelito adquirió la categoría de municipio, y entre 1824 y 1867 el territorio de San Miguelito comprendía El Aguajito, la hacienda de La Tenería, los ranchos La Ladrillera y Quita Calzones, la Congregación de Tierra Blanca y los barrios San Francisquito y Santísima Trinidad, pues San Juan de Guadalupe se independizó y proclamó como villa, con esto la estructura de gobierno de San Miguelito disminuyó.
La Calzada de Guadalupe, límite del Barrio
En 1830 se fijaron sus límites en el lado oriente, señalando que sería la lateral derecha de la Calzada que lleva al Santuario de Guadalupe de norte a sur. Para la primera mitad del siglo XIX, San Miguelito era la segunda villa más importante de San Luis Potosí.
Su templo
La iglesia del Barrio de San Miguelito comenzó a construirse en 1733 y en 1868 se elevó a categoría de parroquia, teniendo como patrono a San Miguel Arcángel.
Su ornamentación es de estilo barroco, mientras que al interior deslumbra con su púlpito de piedra y sus imágenes religiosas, que los creyentes cuidan y veneran con devoción.
Sus leyendas
De acuerdo a lo que la gente cuenta, este es uno de los barrios que guarda más leyendas e historias, entre ellas y una de las más populares, es la de la emblemática mansión del número 1045 de la calle 5 de Mayo en la que según la gente del lugar, Francisco I. Madero permaneció la noche del 5 de octubre de 1910, antes de emprender la fuga hacia el norte.
Otra leyenda ampliamente conocida es la de la bruja Mariana que se presume ocurrió en 1735.
Según doña Lupe, mujer de edad avanzada que disfruta de contar historias otra leyenda muy popular es la del Callejón del Diablo, ubicado en la calle Miguel Barragán y Zamarripa.
Sus otros nombres
Al paso de los años este barrio ha tenido diversos nombres, entre los que se encuentran Santísima Trinidad, San Francisquito y San Miguelito. Para el año de 1820 todavía era conocido como barrio de la Santísima Trinidad y para 1830, cuando se efectuó el arreglo de los municipios, ya tenía el nombre de San Miguelito.
Lugareños dicen que no se valora su barrio
De acuerdo con la percepción de sus habitantes, San Miguelito ha sido parte importante de la historia e identidad de México, sin embargo ha sido poco valorado y no se le ha dado el valor histórico que merece.