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Libertad de pensamiento y obra

Pedro Cervantes Roque | 19/08/2021 | 20:14

La gran discusión nacional que se realiza en este periodo es sin duda el retorno a clases en medio de una crisis sanitaria que coloca a millones de niños y jóvenes ante el riesgo de contraer un virus que demuestra diariamente que puede causar tantos daños como los que ya afectaron a la población adulta. No se trata de confrontar la decisión gubernamental de iniciar el ciclo escolar contra viento y marea, sino de señalar la ausencia de medidas preventivas y de acciones emergentes si el nivel de los contagios crece exponencialmente entre las nuevas generaciones.

Planteada la visión gubernamental con un intento de meterse un as bajo la manga con una carta responsiva de los padres, cuya originalidad desconoce el gobierno federal pero cuya existencia nadie puede ocultar, es poco lo que puede agregar a su determinación de abrir las escuelas para el ciclo 2021-2022. La exigencia de muchos padres de familia es por la garantía mínima que puede ofrecer el gobierno para cuidar la salud de los escolares. Sin servicios elementales como sanitarios en buen estado y agua suficiente para el consumo personal y para el aseo de manos de los niños y jóvenes, no existen condiciones para despegar el ciclo escolar como si estuviéramos en condiciones sanitarias normales.

Sin embargo, existen dos universos distintos en el ámbito educativo. Efectivamente la autoridad trata de hacer que los padres de familia se sumen al proceso educativo en medio de la pandemia, asumiendo cada uno su responsabilidad, pero no es un buen tema agregar que la autoridad se deslinde de la suya al no tener las condiciones materiales cubiertas en los miles de escuelas y centros de educación media y media superior, distribuidos a lo largo y ancho del país. En las zonas metropolitanas más grandes de México la voz de los padres de familia tiene unamayor resonancia. No ocurre lo mismo en las áreas rurales donde la asistencia de los profesores no está garantizada por causas sanitarias e incluso por las condiciones de inseguridad.

A dos semanas del inicio del ciclo escolar, en las áreas urbanas del país no existen condiciones para garantizar que los escolares estén a salvo de contagios. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, emitió un comunicado mediante el cual declara que en ese estado vecino no hay condiciones sanitarias para un regreso a clases presenciales. Obviamente el ciclo podrá iniciar a través de redes especiales o con el uso de la televisión educativa. Para el caso de San Luis Potosí es casi seguro que tras la primer semana de asistencia se tenga un panorama que permita saber si se continúa con el ciclo presencial o se regresan a las aulas virtuales. Por lo pronto, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí ha tomado la decisión de iniciar su ciclo de manera virtual en el caso de las clases teóricas y presencial sólo en las prácticas de laboratorio o de talleres que requieren el contacto controlado de los alumnos y los maestros.

Es de significarse el hecho de que la discusión nacional del tema que nos ocupa tiene la participación de la ciudadanía y que, hasta ahora, los partidos como tales se han abstenido de tomar parte con alguna orientación política. El tema que se destaca en esta confrontación de puntos de vista no es una demostración de desacuerdos sino la selección de formas de hacer bien lo mismo en beneficio de las generaciones que están en formación en este momento. Podría decirse que es más un asunto de conciencia que uno relacionado con las diferencias ideológicas o políticas. Con esa visión, esperamos que todo se resuelva.

pedrocervantesroque@yahoo.com.mx