Como consecuencia de las resistencias de mucha gente que no entiende la necesidad que tiene la ciudad de seguir creciendo con el paso del tiempo la mancha urbana ha sufrido un estrangulamiento que le impide su expansión normal según coinciden urbanistas al tiempo de advertir que la ciudad crecerá con o sin resistencias hacia donde encuentre espacio para hacerlo.
Y no es que vayan a hacerlo como las enredaderas que trepan arbitrariamente sino que la misma necesidad de espacios habitables llevará a la a la gente a levantarlos donde pueda hacerlo conforme una teoría de los urbanistas.
Argumentan que a esa situación se llegará en unos cuantos años cuando la estrangulada ciudadno tenga hacia dónde crecer.
De acuerdo a lo que sostienen, por ejemplo, ya es complicado que crezca hacia el poniente en virtud de la intensa sobrepoblación que ha sufrido ese rumbo saturación que ha reducido las áreas habitacionales.
Para el poniente complica la posibilidad de expansión el hecho de que rumbo a ese punto se concentra el asentamiento de los centenares de plantas industriales que son fuente laboral de decenas de miles de jefes de familia y las normas de salud aconsejan alejar los conjuntos residenciales para evitar riesgos por contaminación ambiental.
En lo que toca la posibilidad de crecer la mancha urbana al norte, el problema estriba en la lejanía de las superficies para albergar conjuntos habitacionales lo que dificultaría la llegada a los centros de trabajo o educativos lo que se agrega la pésima movilidad con que se cuenta.
Por ello desde hace muchos años se consideró la zona del sur de la ciudad como el rumbo natural al que debería encauzarse la expansión de la ciudad como lo demuestran los grandes conjuntos residenciales que en la actualidad se localizan en las partes más agrestes y que es a donde debería continuar lo que no puede hacerse por la resistencia por el empecinamiento de unos grupos de comuneros influenciados por neo activistas presuntos defensores de la sierra de San Miguelito opuestos a toda posibilidad de urbanización de una parte de la misma con todo y que los proyectos incluyan impactos ambientales y medidas de prevención para evitar impactos ecológicos negativos mientras la venta hormiga de terrenos continúa abiertamente y los comuneros en favor de que se les incorpore como socios para contar con mejores viviendas autos nuevos y escuelas de calidad para sus hijos son sujetos a una inmovilidad y al chantaje de los supuestos activistas para que desistan de tal intención en tanto su patrimonio familiar disminuye en extensión y en valor con el paso del tiempo sin que puedan evitarlo.
