Pedro Cervantes Roque | 05/08/2021 | 20:30
La movilidad de la población sin vacunar en San Luis Potosí, como en todo México y extensas zonas del Mundo, es considerada la causa principal para que la tercera ola de la pandemia crezca rápidamente y plantee la urgencia de medidas de control más efectivas. No obstante, imponer restricciones a la movilidad afecta la vida económica de la entidad y del país y produce, según datos de INEGI, aumentos en el número de personas en condición de pobreza.
La salida para esta tercera ola está en la toma de decisiones seguras. Una de ellas es la de incrementar aceleradamente la aplicación de las vacunas disponibles ante la información de que existen alrededor de 20 millones de dosis disponibles en México y, sin embargo, ha sido imposible encontrar mecanismos que demostraron su eficacia en el pasado para la aplicación de vacunas contra diversos males, especialmente a la población infantil.
Las denominadas “Semana Nacional de Salud” ponía a la disposición de la población millones de vacunas contra diversos males, dos veces por año y sus coberturas fueron eficaces. Por causas inexplicables, las autoridades sanitarias de México han enfrentado dificultades extraordinarias para hacer que la campaña de vacunación contra el virus COVID 19 avance lentamente.
El crecimiento acelerado del número de contagiados cada 24 horas presagia que las próximas semanas nuestra entidad pasará del amarillo al naranja y que necesariamente regresemos al cierre obligado de trabajos presenciales en las oficinas públicas, mientras en el comercio y los servicios volverán a tomarse las medidas de cierre parcial con límite de horario, la sana distancia y el uso obligatorio del cubrebocas.
Las autoridades sanitarias del estado consideran que una de las razones para el crecimiento ha sido la temporada vacacional que permitió a muchos jóvenes, menores de 30 años, viajaran a los centros vacacionales en puertos del Golfo de México y del Océano Pacífico o del Mar Caribe, que aparecen ahora como polos de infección por Covid 19.
Sin embargo, la creciente ola de contagios se presenta también en diferentes países del mundo quizá por razones similares a las que se han dado en México. El contagio permanente de personas sanas, y aún de aquellas que han sido vacunadas, han originado que las variaciones en el virus Sarscov2 tengan características que lo hacen más transmisibles y con efectos más graves.
Ha llegado, pues, el momento de que las políticas sanitarias vigentes en México se modifiquen de manera que las recomendaciones emitidas por los organismos internacionales de salud sean aplicadas en nuestro país en un intento por revertir los efectos negativos de esta pandemia que se alarga constantemente. La posibilidad de que las investigaciones científicas para encontrar medicamentos que disminuyan la letalidad del virus y la velocidad de contagio, está prácticamente cerrada en Nuestro país.
La disminución de recursos destinados a la investigación y a la salud en general ha puesto a México en una dependencia casi total de lo que otros países encuentren tras realizar trabajos en ese renglón, con consecuencias que son negativas no solamente en el plano de la salud sino en el de la economía, pues las adquisiciones de vacunas y medicamentos para el tratamiento en los centros hospitalarios que han vuelto a llenarse rápidamente representan un gasto en constante aumento.
Si bien en el caso de San Luis Potosí se han rebasado los máximos registrados a principios de 2021, el número de decesos provocados por Covid 19 presenta aumentos moderados gracias a que la vacunación de personas de edad mayor ha permitido que sean menos los expuestos a un contagio mortal. Llamar a la responsabilidad de la población para evitar contagios parece no generar respuestas inmediatas. Sin embargo, es la segunda opción disponible para limitar los efectos de esta pandemia.
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