Consulta Polarizada

No es novedad ver cómo han surgido opiniones extremas por lo sucedido el pasado domingo 1° de agosto con la Consulta Popular. México lleva años polarizado y cada vez existen menos puntos intermedios. En este ejercicio inédito a nivel nacional, participaron 6 millones 658,288 de personas y cada voto tuvo un costo de 79 pesos.

Por un lado, gente devota que estaba convencida que se podría juzgar a los cinco expresidentes y que la consulta era el único camino, quedó devastada cuando supo que a nivel nacional participó apenas un 7% del padrón electoral y se requería un 40%. Otros que se niegan a ver la realidad, culparon al INE de la baja participación.

En el lado opuesto, la ciudadanía que no participó, mencionó que era un gasto innecesario y que esos 528 millones de pesos se podrían haber destinado mejor para la compra de medicamentos, tan escasos en el sector salud. Acusó, de ser un engaño y que la ley no se consulta.

Tratando de comprender varios aspectos sin apasionamiento, sí podemos entender que fue un ejercicio democrático, que sentará la bases para futuras consultas bien enfocadas y mucho mejor organizadas. El primer mandatario de la nación, Andrés Manuel López Obrador confundió a propios y extraños, al señalar, por un lado, que él no participaría en la consulta (un mensaje desalentador para muchos de sus seguidores) y que no era un hombre de venganzas, pero por otro lado sí invitó a la gente a participar en dicha consulta.

El tener una pregunta en la boleta tan confusa, profusa y difusa donde solo hablaba de actores políticos del pasado, generó dudas y más de uno se sintió defraudado. Militantes y simpatizantes de Morena, difundieron imágenes donde se decía que se juzgaría a cinco expresidentes y hasta las colocaron cerca de las casillas. Otros funcionarios de casilla, fueron pescados embarazando las urnas al mero estilo jurásico priista.

Finalmente, los resultados fueron más bajos de lo esperado, pero tal como muchos lo sabemos, no se necesita una consulta para llevar a juicio a políticos corruptos. Concretamente a los ex presidentes es casi imposible, ya que sólo se les puede juzgar por traición a la patria. Pero sí existen muchos peces gordos que podrían ser llamados a cuentas y que llevan todo el sexenio muertos de risa, porque han visto que en México impera la impunidad. Así que ahora es cuando, sin consulta y sin pretextos.