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Ipiña, un edificio de vanguardia

Paola De la Rosa | 28/07/2021 | 03:48

Es uno de los emblemas de la capital potosina

En el corazón del Centro Histórico de la capital potosina se encuentra uno de los edificios monumentales más distintivos de San Luis Potosí, se trata del emblemático Edificio Ipiña.

Este inmueble data de los inicios del siglo XX. Fue diseñado y concebido como espacio para actividades comerciales, de negocios y de vivienda por el ingeniero Octaviano Cabrera Hernández, uno de los ingenieros más destacados del porfiriato en San Luis, quien lo construyó entre 1903 y 1912, por encargo de José E. Ipiña, hombre prominente de la capital potosina de esa época.

 

Poco tiempo fue habitado por sus dueños

Esta mansión no fue concluida debido al estallido de la Revolución Mexicana y el paso de esta batalla por tierras potosinas. Aunque desde que el edificio quedó terminado a como hoy lo conocemos, en 1912, fue habitado por sus dueños, al siguiente año los Ipiña y el ingeniero Octaviano Cabrera con su familia huyeron del estado debido a la violencia revolucionaria.

 

Era una tenería antes de ser Edificio Ipiña

El matrimonio Barroeta Corvalá eran los propietarios de este terreno, y antes de lo que es hoy, ahí mismo se había situado la tenería “Maltos”, lo que le dio nombre a la avenida hasta que se le cambió en 1910 a Centenario de la Independencia para posteriormente llamarle Venustiano Carranza, así como parte del predio fue adquirido por el padre del señor Encarnación, don Pantaleón Ipiña, quien lo cedió para el proyecto de ingeniería de su hijo. Don Encarnación poco a poco fue comprando terrenos adjuntos con la intención de adueñarse de la manzana, sin embargo dos fragmentos no le fueron vendidos.

 

Hoy conserva su vocación comercial, aunque no de vivienda

El Archivo Histórico de la ciudad resguarda fotografías de este emblemático lugar que envuelve con su belleza y relata con sus muros la historia del San Luis del caótico y vertiginoso Siglo XX.

Al día de hoy este espacio mantiene la idea inicial de atender establecimientos comerciales, así como está en proceso el proyecto comercial integral que se puede conocer a través de sus redes sociales.

 

Forman parte de la historia de muchas generaciones

Aldo Romo, quien cada domingo acudió al centro de la ciudad junto con sus primos, recuerda a un personaje dedicado a la venta de tortas a las afueras de los Portales Ipiña, y relató para PLANO INFORMATIVO que “mis primeras escapadas de casa, a los 9 años, vivíamos por el rumbo de la gasolinera de Mariano Jiménez, esas tortas en los portales del Edificio Ipiña eran parada obligada. Tenía el Tortero la pieza de carne de la cual rebanaba con escrupulosa precisión para completar con aguacate, jitomate, jalapeños en escabeche y cebolla, las entregaba en un papel de estrasa y en el camino de la vitrina a mis manos, escanciaba un toque de sal, muy gratos recuerdos".