Obsesionar a la razón

Cuando reconocemos que nada es para siempre, es cuando la vida presenta otras oportunidades, valorar lo caminado aun con tropiezos y descalabros, es lo que hace que las personas salgan adelante. El valor que le damos a la vida, es el tamaño del deseo de dejar huella, no solo ser un fantasma que ha vivido por vivir.

Valoramos aquello que logramos con esfuerzo, lo demás nos es indiferente.

El valor de la razón es desenvolvernos como humanos para alcanzar una meta, cualquiera que esta sea, con ética y moral, con conocimiento y comportamiento digno, tener la razón no es un triunfo personal, es la parte del ser humanos de establecer juicios, concluir conceptos, calcular, discernir “la razón nadie la tiene”, es la coherencia e incoherencia, donde todo el mundo tiene la razón, es donde existen coincidencias, y aun así, no se concede del todo la razón, podríamos discernir si la razón nos pertenece o no durante mucho tiempo, lo que sí es deductivo que la razón viene y va, no es definitiva, como lo es también una promesa.

Valor, razón y promesa, juntas es un desafío al hombre, valor pocos, razón nadie, promesas muchas, esta ultima envuelve a las otras virtudes en una encrucijada, ¿las promesas se hacen con base a los valores, o a la razón que da el conocimiento de las cosas? Quien promete, deduciríamos es aquella personaque tiene valores suficientes para cumplir sus ofrecimientos.

Quien promete debe estar en obligación de cumplir

Si prometemos algo que no cumpliremos, entonces de que estamos hechos.

UNA COSA LLEVA A LA OTRA

Desde el año 2006 cuando Felipe Calderón se prometió y comprometió acabar con el ahogo de la delincuencia, quién lo hizo entrar en razón estuvo equivocado todo el tiempoo tenía la información de los hechos delincuenciales incorrectos y suficientes, como para iniciar una guerra que no termina, sus razones tuvieron, no la de sensatez, desafortunadamente poco se vislumbra acabe la violencia de una vez por todas.

Los focos rojos de la violencia cada día se encienden con mayor intensidad en diferentes regiones del país. Enel estado de Chiapas por ejemplo, es un desbordamiento de la violencia que cobra vidas a cada hora, zonas de guerra en municipios históricamente intervenidos por el crimen en modalidades como el tráfico de drogas, mercancías,  tráfico de personas, ahora la lucha por el territorio entre pobladores y delincuentes, han dado como resultado, el desplazamiento de más de 2 mil personas en dos  municipios,tan solo en el último mes a causa de la violencia y el incremento de  la pobreza, agudizada  por la pandemia.

En los municipios de Pantelhó y Chenalhó donde la violencia contra la población es inadmisible, ante la omisión histórica y actual del estado mexicano de intervenir mediáticamente o de plano no hacerlo, los pobladores se decidieron a formar grupos de autodefensas, con el hartazgo a cuestas por las extorsiones, muertes, secuestros, ahora enfrentan al crimen organizado bajo el nombre de “El Machetes” ¡la razón nos asiste, y el gobierno ahora quiere desarmarnos! Los pobladores chiapanecos se encuentran ante el reto de “hacerse sentir” o desaparecer como pueblos indígenas.

El presidente López Obrador en alguno de sus últimos pronunciamientos en materia de seguridad “Si no terminamos de pacificar a México, por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno” “demostraremos que el abrazo no balazos, funciona” Estos dichos nos lleva a una realidad de sangre, violencia y hasta parecería contubernio, el dejar hacer y dejar pasar, es peor no hacer nada.

Miles de desaparecidos, madres que lloran a sus hijos, denuncias que no se atienden a tiempo, como es el caso de las victimas desaparecidas en la carretera NuevoLaredo-Monterrey, las autoridades atendieron hasta que la ciudadanía denuncia y lo hace “viral” en redes sociales, es cuando se ordenaron instalar filtros policiacos, carruseles para circula seguros. Una solo vida no les es suficiente, esperaron hasta que se juntaran 56 víctimas para hacer caso y atender el reclamo ciudadano.

“Al mayoreo es mejor” atentamente: La ineptocracia

Aquí en nuestro terruño potosino, ni hablar, las cifras son escalofriantes, 340 homicidios en los meses que corren de este año, robos con violencia, robos de autos, números y más números de víctimas de la delincuencia,se dan a diario.Para el gobernador son solo números, se reportarán en su momento en su informe como un logro, no como una catástrofe social. Se dirá, no es fácil combatir al crimen, no es fácil si no se comienza por querer hacerlo, lo de “abrazos no balazos” AMLO lo tomo como referencia de la “mano amable y franca” de Juan Manuel Carreras, que lo hizo realidad tres años antes al inicio de su sexenio.

PROMETER SIN DAÑO

Tanto nos prometieron en los meses de campaña que ya hasta se olvida que fue lo que se prometió. Interesante es como se observalaconstrucción de los nuevos gobiernos municipales, el estatal, el congreso del estado.Nombres, reuniones, fotos, selfies, mucho glamur, pero poca definición, no precisamente de nombres, si no como será el sistema y estilo de gobernar. El futuro del estado dependerá delcómo serán los gobernantes, de apertura, dialogo, acuerdos, o de cerrar filas con camarillas, compadres, pagos de favores, muchos traen ideas, otros aprovecharan lo construido, otros copiaran, pero lo importante es que los ciudadanos estén presentes en las decisiones de mayor envergadura.

Nadie sabe tanto como para tener la razón absoluta, incluso si prometieron y ven imposible cumplir, es mejor tener el valor de reflexionar a equivocase por el bien de todos.

Nos saludamos pronto.

OSCAR ESQUIVEL