Miguel Ángel Guerrero | 14/07/2021 | 16:14
Si viviera el que fuera sempiterno jerarca nacional de la CTM Fidel Velázquez volvería a fallecer de rabia al ver cómo el presidente Andrés Manuel López Obrador ya eliminó todo rastro de terror que causaba su sentencia a los aspirantes presidenciales que decía: “ el que se mueve no sale en la foto” pues los que ahora lo son no únicamente se mueven solos sino que el propio presidente los alienta a que lo hagan bajo su consigna de: “prohibido prohibir”.
Durante la época dorada del priismo invencible entre los considerados aspirantes a la candidatura presidencial equivalía una especie de suicidio político o de un descarte automático de la pelea por la estafeta con tan solo insinuar que pretendía obtenerla también se exponía a ser excluido tajantemente de la pelea como le pasó en su tiempo a Mario Moya Palencia quien hasta alardeó de tener armada su campaña para relevar a Luis Echeverría propiciando el arribo de José López Portillo a la candidatura o como pasó en el PAN cuando en un fiesta en Jalisco un grupo de amigos destapó a Felipe Calderón como candidato a relevar en la presidencia a Vicente Fox en castigo éste lo destituyó mediante un comunicado de la secretaría de energía que ocupaba aunque al autoproclamarse como “el hijo desobediente” se ganó la simpatía del panismo nacional que lo llevó primero a la candidatura y luego a la presidencia.
Ahora con AMLO quien se reconoce como el “destapador” de los aspirantes presidenciales ya dio el banderazo de arranque a la sucesión presidencial al señalar como sus posibles relevos a NahaleSheinbaumClouthier y hasta al potosino Moctezuma y aunque el líder senatorial morenista Ricardo Monreal no fue mencionado por el presidente, el zacatecano se dio el lujo de convocar a conferencia de prensa para asegurar que él solo se apuntaba en la lista de aspirantes o como el canciller Marcelo Ebrard quien en presencia del presidente no únicamente admitió que buscará ser el candidato sino que abiertamente le pidió a López Obrador tomarlo en cuenta en ese sentido ante lo que con más cautela la jefa del gobierno de a CDMX Claudia Sheinbaum dijo que esperará los tiempos para decidir si busca participar en la encuesta de la que saldrá el abanderado presidencial morenista.
En este contexto pues la sucesión presidencial del 2024, el mismo presidente la ha adelantado lo que seguramente también constituirá el arranque de la guerra entre los aspirantes por ganar terreno a los rivales así sea a costa de golpes bajos o descalificaciones de cualquier tipo.