Se trata de uno de los edificios más antiguos de la ciudad, localizado en el corazón del Centro Histórico, tiene ya 244 años de vida, y aunque ya no cumple las funciones para las que fue construida jamás perdió su vocación comercial. Se trata de la Antigua Alhóndiga.
Su estructura ha sobrevivido a múltiples dueños desde 1913, cuando fue vendida por el gobierno. La Antigua Alhóndiga se encuentra ubicada sobre la calle Julián de los Reyes, entre Hidalgo y Morelos.
La mitad del edificio era depósito de granos y semillas
Inicialmente, una de las mitades del edificio fungía como depósito que en tiempos de sequía y falta de granos, ayudaba al abastecimiento para que los comerciantes tuvieran productos para vender y enfrentar el periodo, además también era un método de control para evitar las malas prácticas que se presentaban entre los comerciantes locales.
inicialmente se almacenaba el grano, cereales y productos como frutas, verduras y hasta cerámica, que luego eran comercializados entre la población.
Este sistema permitía a las autoridades tener control de sus precios, y así garantizaban que no hubiera inflación o especulación de productos en momentos de carestía por falta de lluvias o cualquier otra razón.
Su construcción
El edificio de La Alhóndiga fue construido entre 1771 y 1777 a petición del Marqués de Sonora, y de acuerdo con información del Archivo Histórico del Estado y el libro “Pasajes de San Luis Potosí”, este edificio fue construido con recursos del Ayuntamiento que sumaban en aquel entonces 25 mil 506 pesos, provenientes de diversas recaudaciones, impuestos por venta y multas.
En su parte frontal, el edificio tiene 17 arcos, además de un pasillo central con veinticuatro bodegas y el espacio donde una vez fue la puerta principal. Este inmueble siempre albergó a las principales bodegas de la ciudad.
Tiendas como "La Canoa", "Cosme Palacios y Hermanos", "La Rioja", así como El Uruapan, pasaron por este edificio embellecido por sus arcos, con la venta de distintos producto.
Llegan los escribanos
Al paso del tiempo y con el posicionamiento de este lugar, así como por su cercanía con el edificio de Correos, del Servicio Postal Mexicano, además de la venta de una infinidad de productos, fueron llegando a La Alhóndiga los escribanos y las tiendas de comida.
Se mantiene de pie la antigua Alhóndiga
La modernización de la ciudad y su crecimiento han dejado casi en el olvido este bello lugar, que ahora se caracteriza por los puestos de comida que se encuentran junto a sus arcos, así como los comercios de cambio de moneda, de estambres y zapaterías.