Por el ridículo que hicieron en las pasadas elecciones ya se ha generalizado el calificativo de “vergonzante” al papel que jugaron los partidos en los procesos electorales pues la fuerza entre el electorado que sus dirigentes presumían tener entre el electorado no pasó de ser una reacción onanista que llevó al fracaso a los candidatos que postularon entre los que destaca Morena cuya cosecha de votos en la contienda por la gubernatura fue bastante gris.
En ese contexto, el PVEM dejó muy atrás a los partidos rivales al llevarse la tajada de león con Ricardo Gallardo al frente para ganar el gobierno del estado y lograr un gran crecimiento en las preferencias ciudadanas, lo que coloca al verde como el partido ganador por el número de diputaciones locales que logró y las numerosas alcaldías que estarán bajo sus siglas.
En contraste, la gran decepción la ofreció el partido en el poder Morena por la pobre votación que obtuvo luego de que desde el año pasado las encuestas lo situaban como el gran favorito de las mayorías con amplios porcentajes de ventaja sobre los otros partidos lo que hizo abrigar esperanzas de que el que resultara su candidato gubernamental desde el inicio contaría con un considerable margen de superioridad respecto de los que serían sus rivales, lo que, en el caso de SLP la que fuera su candidata Mónica Liliana Rangel Martínez nunca vio reflejado en los sondeos sobre las probabilidades de triunfo electoral y nunca se notó un pizca de esa fuerza que le atribuían al guinda durante la jornada comicial del pasado 6 de junio lo que terminó por sepultar la leyenda del poderío electoral que confería una postulación por el partido oficial como pasaba en los tiempos gloriosos del ex invencible priismo.
Por otro lado, ni con la alianza de las otrora principales fuerzas políticas, PRI y PAN lograron que se reflejara en las urnas su ex poderío electoral para llevar al triunfo a su candidato Octavio Pedroza Gaitán sin necesidad de judicializar el proceso que lo tiene en espera de la resolución a su solicitud de juicio de nulidad de la elección.
De los demás partidos resulta ocioso hablar por el miserable papel que jugaron en la contienda varios de los que, por lo mismo, están a punto de desaparecer del escenario partidista al no haber logrado la cuota mínima de votos para sobrevivir lo que para no pocos ciudadanos es algo de lo bueno que dejó la elección pasada.
