Le apetecía registrar la vida que había quedado congelada en el tiempo antes de la pandemia. Hablar de esa cotidianidad que había sido robada, usurpada, por el Covid-19.
Seremos, su más reciente producción, es esto, pero, aclara Ismael Serrano, no calles vacías, hospitales llenos, aplausos desde los balcones o la imposibilidad de la despedida a los seres queridos.
"No fui capaz de eso, pero la pandemia sobrevuela el disco, claro, y se llama así porque pretende ser una llamada a levantar la mirada en un tiempo difícil como éste", comentó.
"Es abrir una ventana a la esperanza".
El famoso promueve este disco de estudio, el más reciente desde La Llamada, de 2014.
"Seremos es fruto de la pandemia, pero en estos siete años (desde La Llamada) editamos el disco en vivo para celebrar los 20 años de carrera, con cinco canciones inéditas; luego un disco acústico para reivindicar al cantautor, un libro de relatos, otro infantil, monté una editorial, escribí canciones para canciones e hice teatro para niños", apuntó.
Serrano, uno de los más grandes cantautores de habla hispana de su generación, no quedó inmovilizado ante la pandemia y sí estuvo al tanto de la realidad: los días difíciles, las restricciones.
En las pausas pudo reunirse con una pléyade de grandes artistas (Clara Alvarado, Litus, Ede, su esposa Jimena Ruiz) para que lo acompañaran en sus canciones, con excepción de Pablo Alborán, cuya colaboración fue a distancia.
Aquí vienen piezas como "Cállate y Baile", preciosa canción en la que desmitifica al cantautor que tiende a la solemnidad, acaso bajarlo del pedestal; "Un Último Acto de Rebeldía", que debiera decir penúltimo y que convoca a ser felices y a hacer planes, o "Cuando Llegaron Ellas", canto de amor y solidaridad con el movimiento feminista.
"Para mí esta nueva ola de feminismo en España y América Latina representa la vanguardia en la lucha por un mundo mejor", afirmó, "La lucha feminista es por un mundo mejor y nos concierne a todos".
La celebridad sostiene que en España hay una fuerte beligerancia de la ultraderecha hacia el movimiento, sobre todo porque el 8M del 2020 fue utilizado como si hubiese sido foco de contagio, cuando en ese momento hubo celebraciones, partidos de futbol y hasta un masivo político en una plaza de toros.
"La ultraderecha beligerante ve peligrar sus privilegios", dijo.
La idea del disco subraya el artista, es también reivindicar la alegría en tiempos difíciles. La esperanza. Aprovechar el deshielo que provoca la vacunación y el valor de las canciones ante la luz al final del túnel, porque si algo ha demostrado la música en estos tiempos, dice, es que ha sido tremendamente útil "para mantener la cordura y sobrellevar la adversidad".
En Seremos, el poeta está intacto, aún mejor con los años, que no son muchos: viene de la introspección, del anhelo de que este tiempo sería pasajero, de que habría un mañana.
"Bueno, soy poco metódico para escribir y componer. Cada canción surge de una manera diferente, de un texto, de una melodía, pero siempre parto de que necesito contar algo. De la obviedad, que no lo es tanto, de que mientras tenga uno cosas que contar todo sale adelante", expresó.
"Mira por ejemplo Mediterráneo, de Serrat: cumple 50 años y es de una vigencia absoluta. Escucho, por ejemplo, 'Pueblo blanco', y veo cómo los jóvenes siguen deshabitando los pueblos, queda una España vacía. Esto es de una absoluta actualidad y hay cantautores que no pierden vigencia: Serrat, Silvio, Aute, que echa uno tanto de menos".
Serrano ha enriquecido su imaginario con lecturas, que define como "prácticas de escapismo", y ahora lo tiene obsesionado la ciencia ficción; de hecho, una de sus piezas en Seremos, "Fahrenheit 451", alude a Ray Bradbury. También Úrsula K. Le Guin, Octavia E. Butler, así como Ana Iris Simón, Andrea Abreu, Cristina Morales.
En poesía, Serrano prefiere la "poesía de la experiencia", esa que le da una dimensión distinta a lo rutinario, incluso una épica: Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, Benjamín Prado, hasta la icónica de Latinoamérica: César Vallejo, Pablo Neruda, Mario Benedetti.
"Son autores que no he dejado nunca del lado, grandes autores", indicó.
El autor de "Papa Cuéntame OtraVvez", ese himno, dice que le es complejo ubicar su más reciente disco en su carrera.
"Es difícil, porque cualquier análisis sería precipitado. Se necesita distancia para entender esto en medio del trauma que hemos vivido. Estoy en un punto en que me siento muy frágil, eso sí, con mucho estrés y crispación, porque todo ha sido un acto de estrés: ver a la familia, grabar. Lo que sí es que creo que tengo ahora mucha más claridad de la que tenía hace 20 años: es un momento dulce", añadió.
"Hace 20, 23 años había arrogancia, soberbia de creer que sabía todas las respuestas, lo que es fruto de la inexperiencia. Con el paso del tiempo te haces flexible, libre de prejuicios, entendiendo que lo que hago no le puede gustar a todo el mundo, pero que no hay por qué pedir disculpas o perdón a nadie".