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Descubre de que trata el ecofeminismo

Glamour | 15/05/2021 | 04:13

El ecofeminismo es un movimiento social que se originó en 1974 con la escritora y feminista Françoise d’Eaubonne. Es ella quien vincula la destrucción del medio ambiente con el sistema patriarcal que mantiene sometidas a las mujeres. Es una lucha que, con el paso de los años, ha ido ganando más fuerza. Hoy en día, los movimientos feministas siguen poniendo sobre la mesa las problemáticas derivadas del patriarcado y del capitalismo.

 

Conoce más sobre el ecofeminismo, descubre cuál es su objetivo, cuáles son las diferentes ramas de dicho movimiento y algunos tips para formar parte de este mismo. Celia Arteaga es una académica de tiempo completo, antropóloga y doctora en estudios críticos de género, la hemos consultado por ser una experta en el tema y así conocer a fondo de qué va esta teoría. Te explicamos, de la mano de Celia, con peras y manzanas de qué va el ecofeminismo.

 

Objetivo del ecofeminismo

Lo primero que debes saber es que el ecofeminismo es una de las muchas ramas del feminismo. Mantiene el objetivo de pelear por los derechos de la mujer, pero no se queda ahí. También busca acabar con el maltrato ambiental. Busca, en palabras de Celia Arteaga, ‘una sociedad más justa, capaz de sostenerse a sí misma sin relaciones patriarcales ni de explotación’. El ecofeminismo exige justicia ambiental, social y de género.

 

Existen muchos ecofeminismos

Lo segundo que debes saber sobre este movimiento es que no existe sólo uno, sino varios. La antropóloga y experta en el tema, Celia Arteaga, establece que hay dos ramas principales, aunque ella suele dividirlas en cuatro o cinco. Un sólo ecofeminismo no responde a las múltiples perspectivas y contextos sociales. A continuación, explicaremos en qué constan tres de estas ramas:

 

Esencialistas

Esta perspectiva establece que las mujeres tenemos una conexión más íntima y directa con la naturaleza. Este vínculo se debe a nuestra capacidad de parir y de menstruar. Nuestros rasgos biológicos son los que nos conectan con el medio ambiente y es por ello que las mujeres son responsables de liderar el movimiento contra la destrucción del planeta Tierra.

 

Espiritualistas

Vandana Shiva es una física y filósofa que ha liderado este tipo de ecofeminismo. Ella propone que el ecofeminismo debería implicar armonía, solidaridad, sustentabilidad y diversidad.También responsabiliza a los países occidentales que han empobrecido a los países en vías de desarrollo como India, Tailandia y Perú (sobre todo a las mujeres de estas regiones).

 

Constructivistas:

Esta rama del ecofeminismo está en contra del racismo, del antropocentrismo y del elitismo; sin embargo, evita caer en estereotipos y generalizaciones. Esta teoría propone contextualizar las problemáticas y atender los problemas ambientales y sociales desde lo particular. No todas las mujeres viven la opresión de la misma manera: depende mucho de su lugar de nacimiento, de la cultura, la sociedad e incluso el nivel socioeconómico.

 

Las constructivistas rompen con la idea esencialista de que las mujeres están biológicamente conectadas con la naturaleza. Pretenden romper con los estereotipos y roles de género diciendo que el cuidado del medio ambiente es tarea de hombres, mujeres y otros sujetos de género.

 

¿Cómo ser parte del movimiento?

La académica y experta en el tema, Celia Arteaga, propone 8 caminos para poner en práctica lo que dice la teoría ecofeminista y así cuidar mejor del planeta.

 

1. Cuestionar los roles de género

Preguntarnos qué significa ser hombre, qué significa ser mujer. Esto se debe hacer con la finalidad de acabar con la desigualdad de género, redistribuir las tareas y garantizar los derechos humanos (especialmente los de las mujeres que históricamente se han visto más perjudicados).

 

2. Construir otro tipo de relaciones

No existen humanos superiores a otros; tampoco somos superiores a otras especies. Eso por un lado, por el otro debemos entender que nuestra condición de género no debería determinarnos (no por ser mujer soy débil o por ser hombre soy insensible). Las relaciones deben ser horizontales y se deben basar en la solidaridad entre géneros y sororidad entre mujeres.

 

3. Escuchar otras voces

Esto requiere de muchísima empatía, pues consiste en escuchar las necesidades de otras personas, sociedades y culturas. No hay que quedarnos únicamente con nuestro punto de vista o forma de ver la vida. El contexto importa muchísimo.

 

4. Reconocer que somos parte de la vida

El planeta es finito y nos lo estamos acabando más rápido de lo que creemos. Estamos acabando con los ecosistemas, los recursos naturales y con la vida de todo aquello que habita en la Tierra, incluyendo los seres humanos.

 

5. El ecofeminismo es interseccional

Hay que recordar que no hay una sola forma de ser mujer. ‘Somos cuerpos distintos, cruzados por nuestra historia, nuestra edad, nuestra raza, nuestra etnia y por nuestros orígenes’, añade Celia. Hay que darnos cuenta de la diversidad de ser mujer y respetarla también.

 

6. Romper con el capitalismo cotidiano

El ecofeminismo busca hacer cambios estructurales, es decir, romper relación con el capitalismo que ha dañado tanto al medio ambiente como a las mujeres. Los seres humanos no somos desechables. Podemos iniciar este proceso con actos individuales de la mano con las ‘5 Rs’: reducir, recuperar, reciclar, reutilizar y reparar.

 

7. Abrir el diálogo

Hay que hablar sobre lo que le está pasando al medio ambiente, hablar sobre la desigualdad de género para que en conjunto se pueda construir un mejor futuro. Es tarea de todos y todas, por lo que hombres y mujeres deben dialogar para poder llegar a soluciones.

 

8. Respetar a la madre tierra para poder disfrutarla

Sin planeta no hay humanos. Este es el único planeta que tenemos y hay que respetarlo para que pueda seguir siendo nuestro hogar.