Pregonar ser honesto enfrenta la existencia misma, vislumbra horizontes claros, en ocasiones no tanto, nos despertamos con perturbaciones existenciales sobre el cómo reconoceremos las posturas intimas de lo que debe ser políticamente correcto.
Repasamos en nuestra mente una y otra vez las ideas escondidas entre lo recóndito de nuestras células nerviosas, casi siempre concluyendo con lucidez, que el gran enemigo de la libertad de expresión y generador de la locura colectiva es realizar lo políticamente correcto,
Expresar algo de manera diferente a lo esperado por un grupo u organización es concluyente del linchamiento mediático, por hacer sentir lo que dices y haces, para ellos, ya pasaste la raya a lo políticamente incorrecto.
La clase política “correcta” por así llamarla, son enemigos de la conversación franca, son aduladores y adulados exaltados, dicen cada barbaridad ante sus representados con actitudes disfrazadas de discursos políticamente correctos, en su soledad planean como señalar negativamente a quienes de verdad expresan su sentir y les incomoda como piedra en el zapato; Se creen ser hombres públicos de buenas formas y no es así realmente, de manera feroz intenta doblegar a la libre expresión, en lo privado y tal vez con vergüenza si reconocen que sus detractores tiene la razón cuando se les demuestra que lo políticamente incorrecto es el camino a seguir hablando con la verdad.
Ocasionalmente a un servidor me sucede en tratar de no pensar más allá de lo que estoy diciendo. “De pregonar lo que pienso y pensar realmente lo que digo”. Para entender un poco, debo mirar a las personas “correctas” no tomando en cuenta sus prejuicios, solo su actuar. El saber que mi postura como la de muchos seguirá viva, la de ellos morirá algún día, eso me reconforta. Lo “políticamente correcto” dejará de ser y existir mientras los oídos, la mente de todos nosotros, deje de escuchar mentiras disfrazadas de buena voluntad.
La postura de ser un político incorrecto, nos sitúa ante los ojos del del poder pírrico, en una posición de “inferioridad”, argumentando que lo incorrecto tiene casi fanáticas radicalizaciones viscerales, resentimientos, coraje, argumentos poco sólidos y exagerados como para ser tomados en cuenta. Muy a pesar, somos más los incorrectos con verdad, que los correctos en la mentira.
“Prefiero ser yo con mis miserias, antes de ser otro con opiniones perfectas”. “Con vela y farol, cuando brillaba el sol busqué políticos honestos y correctos, más no pude encontrar ninguno” Diógenes
La verdadera honradez no se publica, se ejerce como parte de las virtudes de las personas, la buena fe se encuentra en desventaja en estos tiempos donde la deshonestidad, lo falso, lo ficticio, hacen nido protegido.
Un hombre que expresa ser honrado, debe en todo momento demostrarlo con acciones a cabalidad, no en la media tinta, ni falsedades, porque seguramente caerá presa de la deshonestidad y la perversidad.
UNA COSA LLEVA A LA OTRA.
Debates van y vienen, ninguno como los que presentan en el país en tiempos electorales.
Para rematar aquí en el terruño, debate de flojera, sin claridad, hueco, anquilosado, miedosos, son como los monólogos de los documentales de fauna silvestre, donde una voz pausada y suave, narra las carnicerías de los leones, o el apareamiento de los elefantes, por ultimo se convierte en canción de cuna, al final todos se duermen.
El CEEPAC hizo un esfuerzo, pero falto difusión, solo 4,856 espectadores vía virtual lo vimos, eso sí, manitas de “like” como confeti, acción de los cibernautas que se traduce en el poco interés de los mismos correligionarios de los candidatos, no les interesa conocer cómo se desenvuelve con sus contrincantes y defiende sus ideas para gobernar.
Los grandes se hicieron chiquitos y los chiquitos se quedaron con la intención de ser grandes.
Un debate debe ser intercambio de ideas y propuestas, donde la ciudadanía pueda tener certeza de lo que se ofrece políticamente se hará realidad, para después convertirse en una balanza hacia dónde y por quién votar.
Dejando a un lado la polémica de quien gano o perdió, hay propuestas interesantes en lo general, pero si vamos más allá de las buenas intenciones, todas ellas no serían posible
sin un equipo de trabajo adecuado. Octavio Pedroza ya dio el primer paso, y dijo de llegar a la gubernatura dejará que las diversas cámaras potosinas propongan ternas para ocupar las carteras de Secretarios de Desarrollo Económico, Turismo, y Desarrollo
Agropecuario, buena propuesta, los demás candidatos estarán a la altura, si nos dieran a conocer en los próximos días y antes de las elecciones - todo un reto-los nombres de quienes serán los titulares de las diversas dependencias, Finanzas, Seguridad Pública, Desarrollo Social, Desarrollo Urbano y Obras, Salud.
Todos los candidatos han dicho que gobernarán con los mejores hombres y mujeres ¿tendrán el valor político de dar a conocer sus nombres antes de las elecciones? Creo que no, si los dieran a conocer seria como un harakiri para sus candidaturas y sus colaboradores entrarían en conclave cardenalicio en tiempos de los Borgia.
Porque no abrirse con sus electores y comenzamos a solicitarles nombres, pocos son quienes han estado a la altura de esta circunstancia, recordemos el 2018.
Tengamos presente en que posición está el gobernador Carreras, en los últimos lugares por su desempeño, sería poco serio afirmar por falta de capacidad, más bien su gabinete quedo chico ante tantas expectativas, no hay día, donde no se mencione, actos de corrupción, obras y acciones inconclusas, impunidad, pensiones del estado en quiebra, con una deuda generada por Oficialía Mayor quien no ingreso los descuentos de los trabajadores para sus pensiones, algún amigo del gobernador ¿culpable? Realmente sería un buen ejercicio democrático y aliciente al ciudadano, que los nombres de los próximos secretarios los conociéramos desde antes, dos razones, todos los sectores sabrían con quién trabajarían y generaría certeza de que lo prometido lo cumplirán con un equipo eficiente.
Las dudas afloran, ahora se votará por solo un partido en alianza o coalición, es decir al conteo, se sumarán todos los votos obtenidos en lo individual por partido y ese será el resultado.
Para conformar el gabinete, digamos solo como ejemplo, es mera casualidad, si el candidato lo propuso el partido (rojo), pero gana gracias a los votos del partido (blanco) ¿Quién tendrá mano, en el gabinete? ¿Gente del partido rojo que aporto pocos votos o el partido blanco? Esto podría suceder, en lugar de gobernar andarán resolviendo pleitos.
Esperamos que no exista vicegobernador o viceministro de colocaciones como los de ahora, el resultado esta a la vista.
Nos saludamos pronto
OSCAR ESQUIVEL
