Viernes 19 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

EL TREN DEL SISTEMA EN PICADA

Oscar Esquivel | 06/05/2021 | 22:02

Tenemos un método autoritario, uno que formo un régimen bien trazado, cuando inicia la transición, se fue formando una especie de erosión del sistema político mexicano. Los resquicios que deberían haberse quitado de raíz aún prevalecen en nuestros días. Todo el mundo imaginábamos que con el cambio de gobierno y a la llegada de Vicente Fox las cosa deberían ir cambiando, recordemos que el “Señor de las botas” llega en un momento donde el país había sufrido terribles crisis económicas, Fox llega a la presidencia con solo un empujón de la pared húmeda, resquebrajada del sistema PRI, quienes realmente habían hecho el trabajo de picar la piedra, fueron sin duda la izquierda mexicana, la derecha solo se recargo y tiro el muro. No se les quita méritos, supieron aprovechar la circunstancia, cuando la izquierda comenzaba a deteriorarse.

Cuando lo anterior ocurrió, los mexicanos deberíamos haber encontrado el momento democrático idóneo, donde las leyes prevalecerían y hoy estaríamos viviendo en un régimen de igualdad ante la ley.

La ley se aplica como un gotero de medicamento amargo, donde solo alcanza al más débil y vulnerable, los ricos y poderosos la compran. Las leyes las tomamos no como una obligación a cumplir, son solo como algunos preceptos de buena voluntad para cumplirla a nuestro antojo. Nadie ve nadie oye, la constitución no se cumple, es sencillamente sometida a negociaciones de los hombres del poder.

En nuestra constitución se plasman los derechos de cada ciudadano de este país, salud, educación, salario bien remunerado, alimentación, la realidad es otra, cuando se solicitan y exigen estos derechos, la corrupción y la impunidad aparecen como fantasmas, ligado a la falta de sanciones a la autoridad cuando viola esos derechos sagrados, como también reconozcámoslo, no hay dinero suficiente para hacer realidad estos “derechos fundamentales”.

Somos producto de la tinta constitucional que se ha ido borrando, se negocia la legalidad, para convertirla en ilegalidad y viceversa, las leyes de hoy, no son más que acuerdos políticos en terreno fértil de la ignorancia, gana la influencia otorga el paso a la práctica del trueque, cuanto tienes, eso vale tu peso en leyes. Como expresaría con orgullo el señorito Peña Nieto cuando afirmo que es la cultura del mexicano corromperse y ser corrompido.

UNA COSA LLEVA A LA OTRA.

25 fallecidos en el trágico accidente del metro de la línea doce en la Ciudad de México, en solo diez años de uso y digamos completos sin contar aquellos meses en reparación, una obra pública de miles de millones de pesos se viene abajo, culpas, muchos, victimas todos. La negligencia, el desconocimiento, la burocracia criminal siempre aparece como culpable ¡y es verdad!, no se encuentra otra explicación ante tanto desorden y desdén.

Toda obra pública, desde su licitación debe ir acompañada como lo marca la ley, de un presupuesto anualizado donde otorgue certeza que tendrá su mantenimiento como lo marca la norma, en esto, todos los gobiernos son omisos, en lugar de ofrecer seguridad financiera, recurren al chantaje del “no hay”,  contrario a su protección personal, para eso” si hay” mantenimiento escrupulosos sus camionetas de alta gama, llantas nuevas cada 30 mil kilómetros, sus oficinas con muebles de lujo, sillones abullonados, pintura anual, aunque usted no lo crea, tazas de baño cada dos años, parece exagerado pero no lo es. 

Durante el periodo peñista se construyeron 369 hospitales en el país, 200 inconclusos, 169 no están inservibles, no sirven ni para morgue, digamos que los concluyeran, ¿De cuánto sería el presupuesto para mantenimiento? Para la operación es otra situación peor, el ejemplo potosino es el Hospital Central   todos los gobiernos dicen que aportan recursos y ninguno responde a las necesidades reales del nosocomio, durante este sexenio de la 4T en lugar de incrementar recursos los disminuyeron al nivel de una clínica rural.

El periférico oriente nadie se hace responsable, sucio, sin limpieza, tierra acumulada por años en las protecciones que divide los carriles, con hundimientos en algunos tramos, los puentes son los más preocupantes, sin mantenimiento de ningún tipo, ni poco ni mucho, simplemente no existe. Diariamente circulan miles de tractocamiones con 20 o 30 toneladas de materiales, si nos esperamos un poco, Dios no lo quiera, se pudiera estar formando una desgracia. Por un escoyo en la ley, nadie se entiende de la obra terminada hace 10 años ni el ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez, ni el Gobierno del Estado.

Los ciudadanos de extracción humilde son quienes siempre pagan los descuidos criminales, son ellos quienes utilizan con frecuencia los servicios públicos, transporte, hospitales del ISSSTE, del IMMS, escuelas, es ahí donde nos damos cuenta del que a servido tanto dinero, el servidor publico no realiza su tarea como debiera, simplemente se concreta a la normatividad, que aplica regularmente mal, sin inmutarse es raro verlos aportar algo más, Somos los secuestrados de la ley.

El régimen se empina como un tren descarrilado en un puente, después, pudiera suceder en todo el trayecto a pasos agigantados, es la herencia de un régimen que se niega a morir, y otro queriendo nacer ¡¿cómo quiere nacer, si constantemente viola la ley?

Tanto error durante de décadas y no nos cansamos.  Existen errores imperdonables, sobre todo, donde la vida de hombres y mujeres abandonaron este mundo, sin deber nada, solo y a consecuencia de la estupidez por ejemplificar tenemos a San Juanico, el drenaje de Guadalajara, Terremotos que mostraron la falta de previsión y mala ingeniería de los edificios colapsados, la guardería ABC, el socavón de Cuernavaca y ahora el Metro. Los muertos nada importan, lo importante para quienes gobiernan este adolorido país, es cumplir con la ley según su propio criterio obtuso.  La ley es verdugo, la ley es protección, la ley o la respetamos o pronto veremos una revolución que cambiara todo.  

EL SOCIALISTA MAS CAPITALISTA

Como balde de agua fría les cayo a las multimillonarias farmacéuticas estadounidenses el anuncio de Biden de libera las patentes de la vacuna para combatir el Covid. Para pronto, como gato hacia arriba, sacaron sus uñas egoístas, pretextando todo tipo de argucias, "una solución simplista y equivocada a un problema muy complejo" minimizando la capacidad de otros países para producirla. Joe Biden fue aplaudido por la comunidad internacional de salud, esta medida ayudaría a reproducir la vacuna en países pobres, acelerando el final de la pandemia. Esperemos un poco, ya que las farmacéuticas prefieren el dinero, al bienestar de la humanidad.

Nos saludamos pronto.

OSCAR ESQUIVEL