San Luis Potosí, SLP.- En contraste con las candidaturas encabezadas por hombres, y enfrentando el embate de la violencia por razones de género a la que se enfrenta, Mónica Rangel es hoy la candidata de Morena y la única con un proyecto sólido, integrador e intergeneracional que promete impulsar el avance de las mujeres y las niñas a través de la promoción de la igualdad sustantiva y de la atención estructural de las violencias de género.
La presencia paritaria de las mujeres en las candidaturas altera los nerviosos de algunos no solo por la incertidumbre que les genera la posibilidad de que las mujeres gobiernen bajo otra lógica de pensamiento y de administración de los recursos, sino que a los candidatos no les queda claro que las expectativas de las electoras rebasan sobre manera las narrativas desgastadas de los costosos estrategas; productores de cine rosa y de música conocida como “del movimiento alterado”, por su alto contenido de violencia contra las mujeres.
Las mujeres no son las mismas de hace seis años, las jóvenes votantes menos, y sí alguien lo sabe es Mónica Rangel, dos décadas dedicadas al arte de cuidar y sanar poblaciones la respaldan, y esa es una de sus fortalezas frente a sus oponentes que no alcanzan a entender como el discurso del super hombre ya no funciona con las electoras.
En sus mensajes los candidatos de siempre, repiten discursos estereotipados de campañas pasadas que ubican a las mujeres en el estatus de la indefensión y de la vulnerabilidad. La oferta política promete proteger, arropar, y salvarlas de la “violencia que padecen” con remedios simplistas como las policías rosas y la cárcel perpetua para los agresores, medidas que ya se probaron con resultados de muy bajo impacto.
Desde su obtusa y anacrónica mirada patriarcal, Ricardo Gallardo y Octavio Pedroza pretenden engañar a las electoras a base de sucias prácticas regalando despensas con gorgojo, enseres domésticos, estufas, mochilas, útiles escolares y hasta, en su afán protagónico, elevar al Instituto de las Mujeres del Estado a Secretaría de las Mujeres, sin decir cómo, ¿ni para qué? Porque seguramente lo desconocen.
Esta propuesta debe considerar los costos que esto implicaría para un Estado empobrecido y endeudado, pero tampoco se habla de la voluntad política que se requiere para armonizar el marco de legislativo de la Administración Pública, tampoco se comprometen con un gabinete efectivamente paritario, ni con la certificación de la Norma 025 en las dependencias del gobierno estatal, de nada serviría elevarlo a una secretaría de estado.
Al desvirtuar en su propaganda las reformas del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, la alianza PRIANRD presumen regresar las estancias infantiles a las mujeres, porque desde su óptica mercenaria, esta medida les restó ganancias a
sus amigos, hoy el dinero llega directo a las manos de las cuidadoras con resultados efectivos que las mujeres agradecen, porque, contrario a lo que históricamente se les había inculcado, las mujeres sí saben administrar y decidir también.
Con programas de apoyo a emprendedoras, becas de estudio y remuneración al trabajo de cuidados, la Doctora Mónica promete atender de raíz el problema de la violencia contra las mujeres, además de fortalecer el sistema de justicia restaurativa y la activación de la participación ciudadana en nuevos procesos de integración social activa para la recuperación del tejido social.
Morena representa hoy la única alternativa de un cambio verdadero, el proyecto de Mónica Rangel es auténtico y garantiza una efectiva transformación democrática que terminará con la política demagógica que los corruptos de siempre simularon hacia los problemas que enfrentamos las mujeres.
