Impulsa tu creatividad de forma práctica y fácil

Una de las cosas que más nos aterran en la vida adulta es quedarnos sin creatividad. Y si bien esto es imposible porque nuestro cerebro está trabajando todo-el-tiempo, la cosa es que necesitas una buena idea que te ayude a impulsar lo que hagas. En general, estas surgen cuando dejas fluir tu mente, que en realidad eso es lo difícil, especialmente cuando trabajas bajo presión, con los minutos contados, o cuando tienes que resolver un problema grave.

Pero recuerda la regla de oro: la creatividad fluye cuando tú fluyes. Por eso, hacer algunas actividades que se salgan de tu área laboral te pueden ayudar no sólo a relajarte, sino también a permitir que tu mente haga nuevas conexiones para que surgan esas ideas que tanto necesitas. ¿Quieres saber qué actividades te pueden salvar de un bloqueo? Te decimos las mejores y que nos han ayudado bastante.

Empecemos con algo sencillo: ¡libros para colorear!

No es ninguna coincidencia que en esta época, los libros para colorear se hayan puesto de moda. Te ayudan a desconectarte, son bonitos y permiten que la creatividad dicte lo que vayas a plasmar en el papel. Deja atrás esa idea de que sólo son para niños; son excelentes para reconectar con tu lado creativo más básico y lo vayas ejercitando. La creatividad, como la mente, es un músculo que tienes que poner a trabajar. Lo repetimos una vez más: ¡las buenas ideas no surgen de la nada!

Métete a una clase artística

No digas el clásico 'pero yo no sé dibujar', porque la verdad es que ya hay clases para fomentar la creatividad ¡de todo! Desde tejer, bordado, óleo, acuarela hasta joyería, cerámica, escritura, fotografía... desafortunadamente vivimos en una época donde se cree que las actividades artísticas son puro ocio, pero no podrían estar más equivocados: son actividades que te ayudan a educar el ojo, pensar bien cómo vas a llevar algo de tu mente al papel, y esforzarte porque las cosas queden perfectas. Abre tu mente y dedica tu tiempo a algo que te apasione en esta área, de verdad vas a fluir.

Lee un buen libro

Ya no hay excusas: hay libros para todos los gustos y en miles de presentaciones. Para ayudar a tu creatividad te recomendamos 100% leer ficción: nada como ver la manera en que un autor construye un mundo y te dejas perder en él y en sus personajes. Tu mente hará todos los escenarios y le pondrá rostros a todos los nombres, y eso ejercita la creatividad. 100% Real, no fake.

¡Sal de tu casa!

Las buenas ideas pueden pasar en un rato de descanso, pero puede que sea más difícil si no has salido de tu hogar en ocho días. La mente tiene que despejarse y no hay nada mejor que salir a caminar, incluso conectarte con áreas verdes. Y si tienes la posibilidad de regalarte un viaje, ¡qué mejor! No necesariamente tienes que ir al otro lado del mundo, pero igual puedes considerar un road trip con tus mejores amigos, o una reunión en un café bonito con todas las medidas de seguridad.

Anota todas tus ideas

Tenemos la teoría de que muchos de los problemas que tenemos en el mundo ya han sido solucionados en sueños de muchas personas... pero que cuando despiertan no lo anotan. Ok, suena exagerado, pero de verdad las buenas cosas pueden surgir en un chispazo, y aunque creas que 'al rato lo anotas, sí te acuerdas', tú y yo sabemos que no será así. Por eso, un cuadernito en tu bolso, una pluma, y a anotar palabras, garabatos y dibujar.

Estudia algo nuevo

No nos referimos a estudiar un posgrado, porque es algo sumamente demandante y que vale la pena considerar si tienes el tiempo, pero podrías ver el estudiar un nuevo idioma, aprender a programar o algo por el estilo. En este punto, podrías valorar la importancia de estudiar algo que te ayude en el mundo laboral. ¿Quién dice que en una de esas no te cambias a una de las compañías top en tecnología, te mandan al otro lado del mundo a estudiar algo, o entras a un proyecto para programa la siguiente app que estará en el celular de todo el mundo? Uno nunca sabe...

Cree en ti misma

Uno de los primeros obstáculos de la creatividad.... eres tú misma. Lo sentimos, es así. Castigarte por no tener buenas ideas, desechar todo a la primera o no valorar las posibilidades, es simplemente ponerle un alto a cosas que, de hecho, pueden funcionar. Piensa que una buena idea llega, pero está en ti darle forma y que se pueda hacer realidad (sí, como una pintura, o un poema). Así que cree en ti misma. ¿Y si no se pudo? Que venga el siguiente plan. Estás lista.