Viernes 19 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La realidad de nuestro país

Dr. Jaime Chalita Zarur | 20/04/2021 | 15:04

Las libertades vulneradas, la gobernabilidad o, mejor dicho ingobernabilidad, el estado de derecho en el olvido, la inseguridad de las personas sin tomarse en cuanta, la Suprema Corte de Justicia y la polémica en torno a su autonomía, las manifestaciones de mujeres por sus vidas, campañas políticas negras y, llenas de irregularidades y ataques, acusaciones de dinero sucio, candidatos a quienes se les ha revocado su registro, innombrables buscando ser una vez más estar en la nómina del dinero público, la pandemia que nos ha tocado vivir a quienes aún estamos para contarlo, la falta de dinero en los hogares, igualmente la falta de empleos con sueldos a la altura de la realidad de nuestro País y que alcance para las familias.
 
La lista es muy larga y con episodios, unos más dolorosos que otros pero que, las resoluciones sólo están en el discurso, aterrizando muy pocas acciones tangibles.
 
El pueblo de México, sin temor a equivocarme, está en el total olvido. Quienes se han entregado a la lucha por el dinero público y el poder que representa, tienen una lucha encarnizada desde las precampañas cuando prometían y, lo siguen haciendo, de todo. Ayuda asistencial, principalmente la más socorrida de las propuestas, como un insulto irreverente a la población más desprotegida, en lugar de formatear la cultura del trabajo bien remunerado y oportunidades de estudio y preparación para ser competitivos. No, eso se ha negado históricamente.
 
El interés mayoritario de los políticos es, mantener a la gente pobre dependiente de limosnas electoreras y, mediante ellas, captar una clientela de cada tres o, seis años. Todavía más, tienen el descaro de proclamar a voz en pecho que terminarán con la pobreza que, han ocasionado quienes han generado fuentes de empleo. Semejante descaro.
 
En medio de todo lo que antecede a estas líneas, con tantos problemas por resolver, nos vamos convirtiendo en los esclavos modernos de la “democracia” que acaba con las libertades conquistadas durante muchos años y hoy están verdaderamente amenazadas.
 
La ubicación y control de quienes usamos un teléfono celular, permite hacernos el blanco de la delincuencia, pero igualmente, de la represión oficial, cuando así se es conveniente. La limitación de las libertades de la mayoría de las personas, con el pretexto de disminuir las extorsiones y secuestros, no es más que la aceptación implícita del fracaso en el cuidado y protección, sirviendo a la población. Por unos cuantos, perdemos muchos más.
 
La vida democrática y las libertades reales, en nuestro País, tienen que reconstruirse desde la sociedad, desde la educación familiar, viendo siempre por lo que nos sirve a todos y, no, solo lo que le sirve a unos cuantos. La sociedad mexicana ya no resiste traiciones desde el mismo conjunto gregario, cuando se defiende a una persona, un partido político o, un grupo de amigos.
 
La conquista de nuestro México transformado, viendo al futuro con lo mejor que tenemos, estará por llegar cuando dejemos de ser rehenes de la democracia de unos cuantos, siendo los esclavos modernos de nosotros mismos.
 
@jaimechalita
 
 
Enviado desde mi iPad