CANDIDATOS SIN BENDICION DEL ARZOBISPO

Ha llamado mucho la atención que los actuales candidatos gubernamentales que estarán en la contienda del 6 de junio no hayan seguido la inevitable tradición de acudir a solicitar la bendición del jefe de la iglesia católica, Jesús Carlos Cabrera Romero para luego mandar publicar en los medios impresos de comunicación la fotografía en la que aparecían en actitud humilde al ser bendecidos con la esperanza de proyectar la impresión de que el personaje los apoyaba o que la iglesia estaba de su parte.

Desde hace décadas se impuso la costumbre en los candidatos al gobierno de reunirse con el jefe de la grey católica con el fin de recibir su bendición sin importar el color del partido que los postulara con lo que fincaba el inicio de la relación que sostendría  con el siguiente gobernador que estaría entre los que lo visitaban pues nunca se supo que un obispo haya rechazado recibir a alguno de oposición o priistas ya que recibían a todos.

Ahora, no está claro si los candidatos no han acudido con el arzobispo porque pertenecen a otra religión o porque consideran que no requieren de  presumir que cuentan con el respaldo de la iglesia o porque el arzobispo, de plano, no los quiso recibir por desacuerdos con las propuestas que han venido planteando, lo que está raro si se toma en cuenta que durante muchos años los panistas se arrogaban el  político de ser los beneficiarios del respaldo político de la iglesia de lo que con mucha habilidad se zafaban  los obispos cuando se les cuestionaba sobre el tema aunque, por otra parte hubo jefes del catolicismo potosino que actuaron como una especie de asesores de algunos gobernantes como Luis Morales Reyes en su tiempo como presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano así como monseñor Arturo Antonio Szymanski Ramírez cuya simpatía por los gobernantes emergidos del PRI era tan evidente que la malicia del imaginario colectivo le dio  en llamarlo monseñor primanski y más porque casi era una obligación de los gobernantes asistir a la comida que se le ofrecía el día de su cumpleaños por parte de un grupo de amigos encabezado por el empresario Jaime Chalita.

Así entonces, por lo pronto, ninguno del pelotón de competidores por la gubernatura se ha apersonado con el arzobispo Cabrero Romero para luego presumir  fotografías de la reunión con él y no se sabe si es porque ya no consideran importante la fuerza política  de la iglesia o si es el arzobispo el que se ha negado a recibirlos y romper de tajo una tradición que no inició y no estima importante o conveniente continuarla por no acarrearle ningún beneficio pero, el caso es que candidatos  y arzobispo caminan por separado en estas campañas.