México Desconocido | 04/03/2021 | 12:08
¿Alguna vez has escuchado la frase “huele a choquía”? Aunque seguramente sabes a lo que se refiere, en realidad no es fácil describir un objeto en concreto. Se trata de un aroma que generalmente se asocia a la humedad y con restos de algún producto de origen animal. Sin embargo, es común que aunque sepamos qué olores se asocian con la choquía, no lo podamos definir con exactitud, ya que se trata de un olor que hemos aprendido a identificar gracias al lenguaje y sus manifestaciones culturales.
¿Qué es el olor a choquía?
Aún cuando existen demasiadas dificultades para transmitir con exactitud el significado de esta palabra, podemos saber con bastante claridad qué cosas son susceptibles de oler a choquía:
Puede tratarse de una jerga mal lavada
La combinación de los olores del piso y el cloro
Un vaso lavado con un esponja sucia
El olor penetrante del huevo en un sartén
El aroma que deja el pescado tras cocinarlo
Sin embargo, la gama es muy amplia. Por ejemplo, se sabe que cuando se lava el espacio de las mascotas, aún cuando se haga con “mucho jabón y cloro”, olerá a choquía. O cuando se acude a un restaurante un vaso o copa puede tener ese penetrante olor que desagrada por relacionarse con la falta de salubridad.
Generalmente, esta palabra suele ser utilizada por las personas mayores, quienes enseñan a los más chicos a identificar el olor, despertando en ellos la memoria olfativa. Y sí, también es una palabra característica de los mexicanos, por lo cual es difícil escucharla en otro lado, especialmente si se trata de un país no hispano. Existe una razón, la palabra proviene del náhuatl.
Una palabra de origen náhuatl
De acuerdo con el Vocabulario de lengua mexicana y castellana de Fray Alonso de Molina, esta palabra tiene su origen en la voz náhuatl xoquializtli, cuyo significado es “hedor de piedra de azufre o cosa así”. Si pensamos la relación entre el aroma del azufre y el del huevo, podremos identificar claramente de qué se trata.
Por su parte, el Diccionario de mexicanismo de la academia Mexicana de la lengua comenta que se trata de “un olor desagradable que guardan las cosas como resultado de un mal lavado o secado”. Existe una gran diversidad de variaciones de la palabra, tales como choquio o choquilla. El espectro es tal que puede involucrar a una persona que no se bañó, o cuya ropa está sucia, o un aroma de las calles. No importa de dónde proviene el olor, concluiremos que el lugar o cosa debe ser lavado por lo menos dos veces.