San Luis Potosí, SLP.- Casi un año conviviendo con una pandemia que parece interminable, ha convertido a la sociedad, en un grupo colectivo ansioso y depresivo, reconoció el exdirector de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Miguel Aguilar Robledo.
“Once meses que quizás ya se han hecho eternos para la mayoría, sobre todo porque el comportamiento de la pandemia ha sido un poco errático, aleatorio, en cuanto a los rebrotes que incluso traen más cuota de contagios que la primera oleada del covid-19”.
Los tiempos se han alargado excesivamente y dentro de los efectos más importantes, está el impacto a la salud (contagios, hospitalizaciones y muertes), pero también los efectos económicos que sigue generando la pandemia.
“Eso explica en parte la desesperación, la impaciencia, la ansiedad que ha provocado en la mayoría de los ciudadanos en San Luis y en el resto del país”.
La vacuna ha abierto “la esperanza” de que en cuanto esté vacunado el porcentaje necesario para que se logre la inmunidad de rebaño, “la esperanza es que conforme avance la vacunación, nos vamos a sentir más seguros, porque ya el confinamiento, la etapa de encierro que ha generado la pandemia, por un lado ha generado mucha ansiedad, depresión y desesperación por estar encerrados, pero también miedo de salir a las calles, de salir a lugares donde haya mucha gente”.
Notar que la gente ha bajado la guardia, “que no percibe que estamos en una guerra biológica, enfrentados a un virus que nos lleva la delantera, primero porque es un virus que es invisible y segundo porque en sus nuevas variantes, nuevas cepas, es aún más contagioso que el virus original”.
Entonces la ansiedad y la desesperación son respuestas “normales” en una población que está enfrentando un confinamiento inédito.
El sociólogo señaló que son probables dos fenómenos que ocurrirán cuando termine la pandemia, una sociedad meticulosa o el extremo, una sociedad hedonista que busque el placer de los sentidos, posterior a la represión que ha causado el sars-cov-2.
“Después de una etapa de confinamiento, de autorepresión y de muchas cosas, sobre todo el gozo de la convivencia en el espacio público, ese que nos está faltando, lo virtual siempre permite seguir funcionando, pero nunca será igual tener una fiesta virtual a tener una fiesta presencial […] es posible que una respuesta sea ya que pasemos todo esto, una parte de la población, ceda un poco al hedonismo, al desenfreno, al gozo de los sentidos”.
Agregó que la mayoría de la población, aprenderá de la experiencia, será más cuidadosa y ya no verá como una imposibilidad, la aparición de futuros brotes y pandemias.