Los mejores tiempos por llegar se están tardando demasiado. Un bloque de malas noticias pende sobre nuestras cabezas, para algunos es una bendición, mientras el bolsillo y el poder no les sea minado. La suerte conlleva un acto de valoración de cada individuo, es decir identificarse para analizar su propia situación.
El hombre desde que se reconoció a si mismo, siente y ha sentido la necesidad imperante de controlar el azar, la casualidad, la forma fortuita que da la vida para procurar que la suerte le sonría, algunos utilizan objetos, patas de conejo, atrapa sueño, cabellos, billetes de dólar, otros prefieren rituales mágicos, superchería que haga sentir que la suerte esta de nuestro lado, aun cuando reconozcamos que es un engaño. La suerte la describimos como termino que considera un evento como fortuito, preferentemente como algo deseable, positivo, fortunas, placeres que aparecen normalmente por la casualidad.
¿La suerte es casualidad? ¿los eventos suceden por casualidad? Si esto lo convertimos en realidad, concluiríamos que habrá gente con gran fortuna y otra es desdichada desafortunada. Según el filósofo griego Aristóteles infiere a una pregunta para dar respuesta a lo inexplicable, ¿por qué algo ha ocurrido? se dice frecuentemente que “por azar”, “por fortuna”, “por espontaneidad” o por “suerte”. Muchas cosas se originan a causa de ellos que debemos comprender, algunos dudan si la espontaneidad y el azar existen o no.
Las mejores respuestas filosóficas establecen con prudencia, nada se genera al azar, sino que hay una causa determinada de todas las cosas que decimos y realizamos se generan por espontaneidad y el azar. Nuestro mundo es víctima de la suerte y el azar, la suerte llego para quedarse para algunos vivillos, de la clase política, vemos como por ejemplo Israel, país pequeño del medio oriente, ya pudo vacunar a sus 8 millones de habitantes, a cambio de la información total de los expedientes de salud de sus ciudadanos, el estado israelita, genero actos que no son casualidad, los laboratorios a quienes les adquirieron las vacunas, tienen capital judío, en el país, el sistema de salud es universal proporcionado por el estado, esto ocasionó que la población descendiente del Rey David tuviera la “suerte” de ser vacunados todos, contar el Covid 19.
Nuestro país en cambio y a pesar de ser los primeros en apunarse en la lista preferente de los laboratorios para adquirir las vacunas, simplemente no llegan las suficientes para ser aplicadas de manera masiva a la población, somos desafortunados y dejados, no somos de los diez privilegiados países que de manera miserable acapararon el 95 % de las vacunas para ellos, incluso como Canadá adquirieron un 300% más de vacunas para su población. Nuestro infortunio viene de años, consecuencia de un desmantelamiento continuo del sistema de salud, de la investigación, del apoyo a científicos, somos un experimento de los poderosos, dependemos de la tecnología que les sobra, nada es casual, desde que el mundo neoliberal poso sus manos en la constitución, se desmantelo el mundo científico, dejaron de apostar a una verdadera inversión en ciencia y tecnología.
Hoy pagamos, la displicencia, la corrupción, la dejadez. No tenemos mala suerte, tenemos los gobiernos formados como monstruos que consumen lo que ven y lo que les estorba. UNA COSA LLEVA A LA OTRA Siniestro, no hay palabra más descriptiva, para el individuo que hoy maneja al partido Morena, el señor Mario Delgado, ese les ganó a todos a quienes de alguna manera participan en política, rompió los esquemas de la praxis, quebró la honorabilidad, para dar paso al chantaje, el contubernio y la perversidad. Nicolas Maquiavelo se quedó corto cuando dice “la naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrase insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad” el poder los hipnotiza y se comen unos a otros, como una serpiente a un ratón.
Delgado, cree, que las “preferencias electorales” bajo el manto de la imagen del presidente, pueda hacer y deshacer políticamente al estado potosino. En un estado, donde por azares del destino, le encontró el modo y el gobernador se vio sometido a los caprichos del morenista. sucumbió y dejo que el estado potosino, en este momento, se encuentre en la polarización político electoral de mayor peligro de los últimos años.
A Mario Delgado no le importa “se le vio la zanca al pollo”, su interés se está cumpliendo, no así el interés de los potosinos, la cuarta transformación se está convirtiendo en hacedores de vandalismo político, y desafortunadamente, no solo afecta a sus allegados sino también a los partidos políticos contrarios.
El PRI presenta ya, como su abanderado a Octavio Pedroza, dejando a sus militantes como “novia de rancho” nunca existió asamblea alguna para dar a conocer a su precandidato o candidato que contendería con Pedroza, solo dejaron pasar el tiempo para burla de sus militantes, el PRI castigó al priismo, los dejo sin candidato.
Deben una explicación, al igual que la candidatura de Enrique Galindo, ¿Cómo? ¿Cuándo? y ¿a qué hora lo nombraron candidato por la alcaldía capitalina? Siete candidatos por la Alianza a diputados federales, un solo comentario, todos reciclados, si es tan poderosa la Coalición, ¿por qué no se les dio oportunidad a otros militantes? De los cuatro partidos ninguna figura nueva, pobres los hijos del sistema, pobres, por ser tan dejados.
Con toda su figura compleja y polémica, en el partido verde inesperadamente lograron el arrepentimiento de sus palabras a Leonel Serrato, hasta lo hicieron cambiar de camiseta. Como un mensaje al amigo Serrato de igual manera lo hiciera periodista Juan José Rodríguez. Leonel: No son los colores, ni la lucha por el poder, son los ideales, la palabra honrada, la dignidad, donde nacen y donde pertenecen los hombres de bien.
“La ambición no hermana bien con la bondad” Los mexicanos, los potosino, si queremos dejar el infortunio y la mala suerte, no construyamos catillos sobre arena suave, la clase política está demostrando que el ciudadano poco importa, demostrémosles lo contrario, cimentemos bien nuestros deseos, llevémoslos a cabo y después exijamos.
Nos saludamos pronto
OSCAR ESQUIVEL
