Jueves 28 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Conoce el proyecto oaxaqueño impulsador de su comunidad

Ad Magazin / Foto: Instagram | 16/02/2021 | 23:25

Sosima Olivera es una mujer fuerte y comprometida con el mezcal. Nació en Oaxaca, en San Miguel Suchiltepec Yautepec, una comunidad chontal de la Sierra Sur. Pertenece a la cuarta generación de maestros mezcaleros en su familia, aunque empezó con su formación desde niña, pues según ella, “dependiendo de la edad que tenías, era lo que te tocaba: desde arrear a la mula, hasta probar los guarapes o cuidar el fuego de las ollas”. Actualmente es productora y promotora de la Cooperativa de Mezcaleros Chontales Tres Colibrí S.C. de C.V. de R.L., que opera en la zona chontal y en San Francisco Sola, y es gracias a este proyecto que el mezcal FaneKantsini ha visto la luz.

 

“FaneKantsini nace de un sueño personal, donde al final la idea es que se hable de la colectividad del trabajo del mezcal, o sea, la botella es solamente un pretexto porque lo interesante es todo lo que hay alrededor”, nos cuenta Sosima. La cooperativa se constituyó legalmente hace diez años. Al principio fue un proyecto que incluía solamente mujeres, pero con el paso del tiempo se fue transformando e incluyendo a la familia, ya fueran tíos, primos o aquellos interesados en formar parte del proyecto, incluso una amiga cercana se ocupó de la administración durante un tiempo. Actualmente hay cinco familias que participan en la administración y operación de la cooperativa.

 

La idea es conseguir un proyecto Do It Yourself, en el que ellos mismos sepan desde cómo sembrar el maguey hasta llegar a envasarlo y salir al mercado. “Ha sido difícil. Nos ha costado 10 años llegar a tener una marca, tener una contabillidad donde tenemos unos marbetes, donde estamos en orden en la cuestión fiscal y administrativa. Hasta después de este año es que podemos vender en restaurantes. Es el gran problema de los mezcales tradicionales, que el pequeño productor no tiene el chance de salir al mercado porque la parte burocrática es bastante tediosa”.

 

Una de las acciones más importantes que Sosima ha impulsado dentro de la cooperativa es la participación de las mujeres como promotoras y maestras, es decir, que “las compañeras hablen del mezcal en diferentes partes del país, pues es más interesante lo que nos puedan decir quienes en realidad hacen el mezcal y conocen bien todos los procesos del palenque y la tierra”.

 

Según Sosima, una de sus tareas es velar por la biodiversidad y el entorno, dar a conocer y defender los magueyes endémicos de cada municipio. “Cada quien preserva su lengua, su vestido, sus magueyes endémicos y eso es lo que lo hace interesante. No solamente en Oaxaca, sino en los demás estados que se hace mezcal, como en Guerrero, Durango, San Luis Potosí, Estado de México”.

 

Sosima es la primera generación de su familia que se preocupa por sembrar magueyes después de cosecharlos. “Si sacamos 100 magueyes de la tierra, hay que plantar 200 porque tardan mucho en crecer”. Además, la maestra mezcalera ha seguido de cerca el trabajo el doctor Abisai García, quien ha desarrollado investigaciones alrededor del mezcal por más de 30 años y es uno de los botánicos más importantes del mundo en el tema, cuyo trabajo ha sido la base para la elaboración de la lista completa de las especies de Agavaceae de México.

 

Sobre el mezcal FaneKantsini

El logo de la marca es un grabado realizado por el artista oaxaqueño

Uriel Barragán, Bouler, que hace alusión al nombre y contiene Tres Colibrís.

Las etiquetas anteriormente estaban hechas con papel reciclado que contiene fibras de maguey, pero después de darse cuenta de que hacerlas era muy contaminante, se empezarán a elaborar con la pulpa del maguey que queda después de hacer el mezcal.

 

El nombre se debe a un personaje mitológico de la región chontal. Cuenta la leyenda que los chontales se iban recorriendo cada vez que algún invasor se apropiaba del territorio, pues creían que había tanta tierra que no valía la pena entrar en conflicto, sino solamente desplazarse. Fue entonces que FaneKantsini surge como un defensor del pueblo e incita a los chontales a defender su territorio como fuera necesario. Para Sosima, es un símbolo de identidad.

 

En el caso del mezal FaneKantsini, la producción y disponibilidad varía de acuerdo a la temporada y la zona en la que se trabaja. En la región chontal, la primera producción de maguey Chato sale en abril o mayo, seguida de la de maguey mexicano. De abril a septiembre se saca un ensamble de agaves Pelón Verde y Espadillita. La última producción se hace a finales de octubre, justo para celebrar el Día de Muertos. Por su parte, en el palenque en San Francisco Sola se trabaja en marzo con el mezcal Tobalá, Arroqueño, Barril, Jabalí y Sierra negra, y en noviembre, con Coyote. La disponibilidad de los mezcales depende de la temporada, puedes escribir un mensaje por redes sociales para saber cuáles hay en existencia.

 

El mezcal se puede encontrar en la tienda Sabrá Dios, en la Ciudad de México, o puedes hacer tus pedidos directamente en el Instagram de FaneKantsini. El costo oscila entre $800 y $1,300 el litro.

 

 

Planes a futuro

Para mayo tienen planeada una brigada de capacitación con especialistas fiscales y químicos, donde las productoras puedan aprender y comprender desde las normas que marcan las regulaciones nacionales e internacionales —cuánto alcohol se permite y cómo entender los procesos químicos del mezcal— hasta cómo registrar tu marca ante la ley. Esta medida es inédita, pues según Sosima, nunca habían tenido la capacidad de organizar eventos para la educación de las pequeñas y nuevas generaciones. “Queremos que al final del día no les cueste tanto como a nosotras, estamos en el parteaguas de un tema del mezcal donde como mujeres nos toca proponer y enseñarle a las nuevas generaciones”.

 

El plan durante 2021 es destilar tres producciones, con alrededor de 1,200 litros de mezcal, lo cual implica un crecimiento importante respecto a 2020, “los tres primeros meses del año pasado no vendí ni una botella, ya para julio y agosto empezó a subir un poco, pero en general el año pasado no fue muy bueno”.

 

Y a pesar de que son muy pocos los mezcaleros tradicionales que han salido a la industria y han oficializado sus producciones, esta maestra mezcalera cree que el trabajo comunitario es la respuesta para salir adelante y cosechar los frutos de su trabajo.