Lo que trajo la visita presidencial

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LA REACCIÓN DE UN INDIVIDUO prepotente, en la Ciudad de México, que invocó ser funcionario del Senado y tener cierta cercanía con Ricardo Salinas Pliego, provocó una confusión. Se divulgó en redes sociales un video del individuo y sus desplantes de soberbia, porque la policía le clausuró una fiesta, y hubo quienes afirmaron que se trataba del senador priista Teófilo Torres Corzo. Aunque hay parecido físico entre el individuo y el potosino mencionado, ni la actitud ni la forma de hablar corresponden a él. Torres Corzo, además, ya no es senador y tiene tiempo sin salir del estado, respetando las recomendaciones por la pandemia. Quienes conocen a Teófilo Torres Corzo y han visto el video del llamado Lord mis zapatos, pueden ver que definitivamente no es él el protagonista de ese reprobable incidente y saben muy bien que ese tipo de reacciones no corresponden al político y empresario. De todos modos ya lo hicieron figurar en las redes sociales y quedó claro que lo tienen presente en muchos lugares por las funciones que ha desempeñado.      

ESTAMOS EN ROJO y debemos cuidarnos mucho si queremos que el semáforo epidemiológico cambie pronto a un color más favorable. De por si andábamos como andábamos, ahora, derivado de la visita sabatina del presidente de la república, que el domingo dio positivo a coronavirus, tenemos a varios funcionarios en observación -empezando por el gobernador del estado- así como a diversas personas que estuvieron cerca de López Obrador, durante su estancia en  territorio potosino. De las primeras pruebas realizadas el jefe de la zona militar dio positivo y los demás, hasta donde se sabe, han dado negativo. Otra prueba deberán hacerse a los 5 o 7 días del contacto, que es el periodo de incubación, para corroborar si efectivamente no fueron contagiados. Que todo salga bien, aunque no falten los que digan que para algunos políticos dar positivo, aunque sea una vez y por esa causa, serías algo insólito y tratarían de incluirlo en su currículum.

QUE EL SENTIDO COMÚN luego es el menos común de los sentidos, nos dijeron en un mensaje, y nos comentaron enseguida que es plausible que se tomen medidas para evitar que se propaguen los contagios pero que hay algunas, como la restricción de horarios que deben revisarse y replantearse. Si de lo que se trata es de evitar concentraciones, más que limitar horarios deben ampliarlos para que la gente no vaya al mismo tiempo a hacer sus compras. Si se sabe que a ciertas horas todo va a estar cerrado, en el tiempo autorizado todos se van a amontonar y saldrá junto con pegado y no se conseguirá el objetivo de que haya distanciamiento social. Una buena coordinación con los comercios para que se trabaje con cupo limitadísimo pero con horarios más flexibles puede ser mejor alternativa. Habrá que analizar entonces esa opción. Otra, nos dicen que hay plazas en las que se ha colocado señalética para que no se reúna ahí la gente, lo cual está bien, pero sería más conveniente encapsular solamente las bancas y no todas las áreas de circulación. Nos dieron como ejemplo la plaza de los Fundadores, si se rodea todo con bandas, la gran plancha queda vacía y la gente tiene que caminar por las orillas con poca distancia entre una y otra persona. Si lo que se quiere evitar es el punto de reunión, que se coloque algo en los lugares donde se puede tomar asiento y ya. Así nos comentaron y así lo ponemos a consideración de las autoridades competentes.    

AUNQUE MUCHOS –simpatizantes y opositores- han expresado su deseo de que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se recupere pronto del covid-19, el pueblo no ha desaprovechado la oportunidad para los comentarios con su toque de humor y sarcasmo o francamente críticos, como ha sucedido siempre con todos los personajes políticos. Aunque se espera que salga bien de esta, socialmente hay dos percepciones que le resultan notablemente desfavorables, la primera, que su contagio es consecuencia de su actitud de no usar cubrebocas ni seguir las medidas preventivas y comportarse como si fuera inmune y seguir con sus giras y actos públicos, lo que entraña una irresponsabilidad, pues no sólo se puso en riesgo él sino que puso en esa condición a mucha gente. La otra es que puede ser una estrategia mediática o parte de un plan político para desviar la atención de otros temas o para generar ciertas expectativas, como dicen que lo hizo Donald Trump, que a los 3 días de haber dado positivo ya estaba curado y apareciendo en público. Eso sería demasiado maquiavelismo, por no decir perversión política. Para bien de nuestra sociedad esperemos que todo sea dentro de los cauces naturales del desarrollo de una pandemia y que el presidente se recupere pronto. Los combates políticos que se libren en otros frentes y cuidando no entorpecer las acciones de la atención a la salud.

DICEN QUE LAS VISITAS presidenciales eran muy esperadas porque el jefe del Poder Ejecutivo Federal solía llegar como Santa Claus, con un costal de regalos consistentes en obras, recursos y anuncios de otros beneficios, sobre todo cuando se hacían en vísperas de elecciones, porque siempre hay que procurar el voto para el partido en el poder. Eso ya cambio, las visitas han sido menos espectaculares y con mínimo reparto de por medio. Una inauguración y algún anuncio impreciso aunque promisorio y hasta ahí. Así es, pero hay díscolos que dicen que la visita del sábado pasado, a San Luis Potosí, fue excepcional porque sí nos trajo algo al territorio potosino, por si nos hacia falta un poco de eso, claro. NOSOTROS DECIMOS:   

Procurando los sufragios

Las visitas presidenciales

De obras traían costales,

¡Hoy, solo de puros contagios!

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