Inevitablemente, los potosinos no tenemos remedio pues con la aplicación de la vacuna contra el coronavirus en marcha pese a los incansables llamados a tener precaución ante los riesgos de contagio atendiendo las más elementales medidas de protección como es el uso del cubrebocas, los hechos demuestran que la mayoría se embarcó en celebraciones numerosas de los festejos navideños y de fin de año ocasionando que SLP regrese al registro de casos positivos en niveles como los ocurridos cuando la pandemia detonó allá por el mes de junio del año pasado cuando empezaron a contabilizarse hasta más de 300 como los registrados este martes que llegaron a los 398 y avanzando el índice de defunciones.
Yes como para darse de topes contra la pared la granítica resistencia potosina a escuchar y atender los cotidianos llamados del comité de seguridad en salud a tener cuidado del contagio, a guardar la sana distancia, a no salir de casa, a evitar reuniones numerosas y, fundamentalmente, a usar el tapabocas exhortos que llegaron a alcanzar el tono de imploraciones por parte de la secretaria estatal de salud Mónica Liliana Rangel y en el gobernador Juan Manuel Carreras López cuyo gobierno evitó siempre llegar a la toma de medidas coercitivas para obligar a gente a respetar las medidas sanitarias como lo hicieron en otros estados bajo el argumento de que confiaba en la cooperación de la sociedad potosina en la lucha por contener la pandemia.
Incluso, voluble como es nuestra comunidad, hubo momentos esperanzadores durante el último trimestre del 2020 cuando se llegaron a registrar menos de 100 casos positivos por día lo que pronto acabó cuando cuando a fines de ese año, el estado retornó a cifras superiores a los 200 diarios
Pero llegó la navidad y el fin de año y la euforia combinada con los efectos de los brindis, evidentemente nubló la razón de muchísimo a los que importándoles una pura y dos con sal la salud propia y la de sus familiares no pararon en precauciones por dedicarse a organizar alegres y numerosas reuniones con los suyos que actuaron como intensas propagadoras del virus y en el disparo a los casi 400 contagios en un día se está padeciendo la” cruda” de una navidad y fin de años irresponsables y en el rebrote de la pandemia están las consecuencias.
Por la regular desobediencia social a atender las medidas sanitarias, no hay elementos como para esperar un cambio de actitud que permita revertir la tendencia al alza de los contagios con todo y que, decíamos, ya arrancó la aplicación de vacunas contra la pandemia que con orden y disciplina puede ser la salvación de todos para evitar el contagio que no para eliminarla totalmente y que puede rebrotar si no se mantienen las precauciones lo que a miles les entra por una orejota y les sale por otra, Dios nos proteja de los necios.