San Luis Potosí, SLP.- Los restaurantes en San Luis Potosí están muriendo por la falta de consideración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dependencia que ha mostrado una inflexibilidad en el ajuste de sus tarifas, señaló Juan Carlos Banda Calderón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
Pese a los apoyos municipales y estatales, 90 restaurantes tuvieron que cerrar sus puertas de manera definitiva, pues no recibieron ayuda del Gobierno Federal, ni tampoco de la CFE.
“En lo que respecta al Gobierno Federal, que era donde nosotros necesitábamos más apoyo por parte de Comisión Federal de Electricidad o el aplazamiento de las cuotas obrero-patronales, no tuvimos respuesta favorable y no recibimos apoyo alguno por parte de ellos”.
Los apoyos municipales fueron a fondo perdido, se otorgaron durante 4 meses, con el compromiso de no dar de baja a los trabajadores, sobre los apoyos estatales, el objetivo fue que el restaurante absorbiera la mitad de los intereses y la otra mitad por el Gobierno del Estado: “Muchos accedieron a obtener un préstamo para hacerle frente a la luz, a las rentas y a los salarios […] con una reducción de aforo del 50 por ciento, que representaba vender menos, era muy complicado estar cubriendo las obligaciones de los restaurantes”.
Los 90 restaurantes quebrados tuvieron acceso a los apoyos económicos, los cuales fueron insuficientes, pues los números ya no permitieron que siguieran operando: “Es una pandemia que a muchos ha dejado muy golpeados, a muchos los ha dejado endeudados y muchos prefirieron ya no continuar operando”.
Tratando de ser “optimistas”, reconoció que hubo apoyo de las autoridades, al permitir que los restauranteros trabajaran con una afluencia reducida, con protocolos que la autoridad estuvo revisando de manera constante “y no fue como en otros estados, donde fue tajante la autoridad y cerró las actividades del sector restaurantero”.