Da la impresión que, en el partido de Morena caminan sobre arenas movedizas y quién se mueve, se hunde. Por eso, ahí sus aspirantes a la gubernatura se han quedado como aletargados. Primero estaban callados, temerosos y escondidos. Luego se lanzaron varios al ruedo como Leonel Serrato, Juan Ramiro Robledo, Francisca Reséndiz y Ricardo Delsol. Aquello empezó a descomponerse y surgieron “suspirantes” al por mayor. Apareció el alcalde de Ciudad Valles Adrián Esper, Aid Ávila, Primo Dothé Mata, José Antonio Lorca, Elías Dip Ramé, Octavio García Rivas y hasta el ex diputado del verde Alfonso Díaz de León. Todos peleando el hueso.
Se había mencionado que por medio de una encuesta saldría el mejor posicionado como abanderado de ese partido. Luego que siempre no, que sería una contienda sólo para mujeres y ahí todo se centró en Marcelina Oviedo, Francisca Reséndiz y la ex perredista María del Consuelo Jonguitud.
Las cosas ya están tan revueltas, que, hasta a la titular de los servicios de salud, la priista Mónica Rangel el día de ayer la trataron de colocar como posible candidata, es decir, Morena anda tan mal que ahora hasta el terrible desprestigio de esta funcionaria le quieren endilgar. A estas alturas, ya nada puede sorprenderme y en los próximos días por fin sabremos en que termina esta novela melodramática.
ARPONAZOS CONTRA ORGANISMOS AUTÓNOMOS
El día de ayer, el primer mandatario de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador volvió a lanzar varios dardos envenenados y un fuerte arponazo a los organismos autónomos, a los que consideró como altamente costosos, burocráticos y hasta inservibles, sugiriendo que varios mejor deberían desaparecer. No vaya a proponer que el INE regrese a la Secretaria de Gobernación como cuando estaba Manuel Bartlett, famoso en fraudes electorales bajo el argumento de “se cayó el sistema”.
Uno de organismos autónomos que mucho le incomodan, es el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y de forma equivocada, López Obrador propuso que lo mejor era fusionar varios con la Secretaría de la Función Pública (cuya titular depende del mismo presidente de la república y que no ha dado resultados) y aseguró que fue creado en los “periodos neoliberales” y su desaparición haría que el gobierno “ahorre dinero”.
Pronto el INAI le respondió que remplazar su función representaría un grave atentado y una violación a los derechos humanos en su conjunto, pues se estaría obligando a la ciudadanía a renunciar a uno de sus derechos fundamentales, es decir, el derecho a la información. Derecha la flecha.
En lo que sí estoy de acuerdo con el mandatario, es que la mayoría de organismos autónomos, han perdido el rumbo y no funcionan plenamente para lo que fueron creados, que tienen sueldos abultados y que son ya parte de una burocracia, sin embargo, en lugar de desaparecerlos, urge meterlos al orden, a la austeridad y a cumplir con el objetivo. Para muestra cheque usted amable lector, como andan de mal las cosas aquí con el CEEPAC y la CEGAIP.