EL 2020 FUE UN AÑO cataclísmico en múltiples aspectos, que puso a prueba la fe, la esperanza, la capacidad de seguir adelante, y significó uno de los más grandes retos de la humanidad, al encarar a un real asesino microscópico, que al tiempo que dedico estas líneas, amigo lector, sigue cobrando víctimas en todo el mundo.
HOY ME QUIERO REFERIR precisamente a la circunstancia antropológica y mucho cultural de ligar el tiempo en el calendario para definir tal vez esta etapa tan complicada, por la costumbre que compartimos muchos de considerar el “año” como bueno o malo, si “fue mi año” o el peor año que hemos vivido, etcétera... y no dejamos de abrazar la ilusión de que una vez que el año concluya, todo se reinicia, volveremos a tener una nueva oportunidad o algo así, como si 2020 se llevara consigo todo lo qué pasó en su momento, lo que lamentablemente no es así.
Y NO POR SER AGORERO DEL desastre ni mucho menos ave de mal agüero, pero apenas terminando este año, el próximo 2021 no pinta para ser un año de bonanza y de un completo regreso a nuestra vida cotidiana de antes de la pandemia. Eso, de acuerdo a los que saben, tardará cuando menos 3 años en algunos casos, en otros hasta más tiempo.
EL TERRIBLE HUECO QUE ABRIÓ LA pandemia en los estados económicos a nivel global, serán algo con lo que esteremos cargando por mucho el año que entra, y si con suerte tenemos una vacuna efectiva que tal vez nos pueda dar un poco más de libertad, no la tendremos en relación a la economía y al crecimiento, pues estaremos enfrentando un laberinto de especulación financiera derivado de la reactivación de las inversiones, el costo de la recuperación que serán conceptos que estaremos escuchando de manera continua, y sobre todo la falta de liquidez económica a nivel comercial, que nos dejará pérdidas de empleo que veremos incluso ya empezando el 2021.
MÁS ESO NO QUIERE DECIR QUE no se convierta en un año de esperanzas, porque si bien es cierto que estaremos en crisis, tal vez ello también signifique una nueva oportunidad y sobre todo poner a prueba a la capacidad que tenemos de resurgir, de ser resilientes.
¿QUÉ SERÁ EL 2021? SERÁ LO que usted quiera que sea, pero ya no será el año del reproche, como ha sido este 2020, que ha enmarcado la pérdida de miembros en muchas familias, tal vez como el peor de los casos. Será tal vez eso que siempre quiso hacer y no se atrevía, porque me atrevo a asegurarle que sí, será un año de cambios.
Y ESOS CAMBIOS TAMBIÉN estarán reflejados en el ánimo político de nuestro país, habrá elecciones. Y en San Luis Potosí el debate entre aquellos que desean convertirse en los abanderados de sus partidos y por la vía independiente está en pleno desarrollo, por lo que además tendremos la responsabilidad de elegir sin duda.
SERÁ EL AÑO DE LA VACUNACIÓN Y sobre todo, una prueba mayúscula para la administración federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, a fin de delinear una logística adecuada para que la jornada de vacunación contra el COVID-19 sea un éxito. Es de llamar la atención que considera importante en su discurso que no habría privilegios de poder o económicos para recibir la vacuna... Ojalá tampoco haya una actitud redentora y mesiánica que pretenda capitalizar su responsabilidad, mezclándola con un objetivo de adoctrinamiento moral por ser la mano que llevará la vacuna a los mexicanos... Ojalá que no.
SAN LUIS POTOSÍ SE APRESTA A encarar el año próximo con una buena oferta económica, con una sólida estructura que van a aprovechar, por lo pronto, ocho nuevas empresas, la mayoría de la industria automotriz, para aportar empleos en una de la zona más ricas del estado, el clúster que se ubica en los parques industriales World Trade Center (WTC) I y II, en Villa de Reyes, cerca de donde hay instaladas ya inversiones por más de ocho mil millones de dólares en los cinco años del gobierno del doctor Juan Manuel Carreras López, que se traducen en más de 80 empresas. De hecho, se espera que en los dos siguientes años lleguen transferencias federales por más de 30 mil millones de pesos para obras carreteras y aeroportuarias, algunas le tocará inaugurarlas al mandatario y otras no, pero de que elaboró un gran proyecto para dejar al estado bien cimentado para los próximos 15 años, ni quién lo dude. A la par también el desarrollo económico, se viene bien el tema turístico con la llegada del Proyecto integral de huasteca que despuntará los primeros meses del 2021 y en el que está a destacar el Aeropuerto Nacional de Tamuín y la infraestructura carretera que sigue consolidándose en las cuatro regiones del Estado. Ojalá y quien llegue a gobernador pues le siga y no ocurra lo de siempre, en ese banal rompimiento con lo que fue el trabajo anterior, en aras de establecer su propia marca o forma de gobernar.
Y MUCHOS DEJAMOS DE reunirnos, y hasta los que parecía que nunca dejarían de hacerlo no les quedó de otra... Lejos de especulaciones y siendo congruentes con la situación actual del COVID en San Luis Potosí, en esta ocasión la famosa reunión del grupo de los “Macabeos” no se llevó a cabo como cada diciembre, lamentable pero necesario por los tiempos que corren. Entre la clase política también hay melancolía.
HASTA LA PRÓXIMA.