En un desolado ambiente producto de la dura pandemia que impide al público gritar, disfrutar y alentar a su equipo en una larga espera por coronarse en casa, el León emuló la gesta de hace 28 años y consiguió ser campeón en la cancha del Noh Camp para sumar su octava estrella, quizá la más especial dado el contexto y, sin duda alguna, la más merecida de las otras 7 que adornan su escudo.
Esta vez no hizo falta una ofensiva espectacular, no hizo falta dinamismo en ataque como los hacía Matosas, no hizo falta un genio como Tita ni un goleador como el 'Dumbo' López; ante Pumas, el futbol práctico que tanto marcó a Ambriz en sus primeros años como DT fueron la medicina para unos Universitarios que quedaron muy lejos de repetir una gesta.
Sin embargo, el título no fue nada fácil en un partido muy rocoso, donde la pelea por el balón era muy férrea y el músculo podía más que la técnica. No empezó bien para los Esmeralda, toda vez que Mena salió lesionado poco antes de los 10 minutos dejando al ataque con un gran hueco. Pero en medio de la confusión entre la salida del ecuatoriano y la entrada de Joel Campbell, un golpe de suerte iluminó al León.
En una jugada de solo tres toques, Mosquera dejó el balón a Navarro, que puso un servicio muy largo al 'Puma' Gigliotti que como todo un felino apareció en el área para vencer a Talavera que pudo haber hecho más, dejando en evidencia su falta de ritmo, para el primer y único gol del partido. Un héroe poco esperado se elevaba al Olimpo en la historia de la Fiera con un doblete para terminar con la sequía de 6 años.
Pumas intentó con más ímpetu que idea ante un León muy firme en sus líneas. La zaga no extrañó a Barreiro, ya que el buen Nacho González se lució como en los viejos tiempos y en su último partido como profesional no pudo despedirse de mejor forma. Carlos González y Dinenno fueron neutralizados y sin desequilibrio los auriazules murieron poco a poco.
Al 84, Yairo Moreno la mandó guardar tras un bellísimo pase del Chapito Montes, el MVP del Torneo, para dar forma a la victoria esmeralda y hacer explotar a las pocas almas que tuvieron la fortuna de estar en la grada.
Dulce victoria en la tierra donde 'la vida no vale nada', la Octava llegó y el Estadio León, pese a toda la polémica, ve coronarse una vez más a su Fiera con la desgracia de no tener una sola alma en la grada. León lo buscó, desde hace muchos años han demostrado que el mejor futbol de México se juega en su cancha y sin duda alguna, son los dignos ganadores de este especial torneo.
