'DOBLEPENSAR DE LOS MEXICANOS'

No cabe duda que entre los mexicanos se está generando una especie de “doblepensar” orwelliano en función de la opinión que les merece tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador en sí como lo hecho en sus primeros dos años de gobierno pues a pesar de las muchas críticas que le han merecido sus grandes errores al frente de la presidencia en este tramo de su sexenio, mantiene un sorprendentemente elevado nivel de aprobación ciudadana con todo y que no hay indicios de que vayan a cambiar las cosas.

De ahí que sorprenda el hecho de que conforme una encuesta del periódico “el financiero” AMLO mantenga un 64% de aprobación echando por tierra los augurios de que su mensaje por el segundo año de gobierno afectaría notablemente su aceptación ciudadana pues se trata de un porcentaje bastante superior al 54.7% de votación con que ganó la presidencia.

El contrate entre las innumerables muestras de reprobación contra el presidente y su gobierno en sus primeros años y el alto nivel de aprobación que ahora goza es lo que permite pensar que los mexicanos son dados a ese doblepensar orwelliano (orwellian en inglés) que es un adjetivo que describe la desinformación y la negación de la verdad y del pasado.

Respecto de las causas que originan ese elevado nivel de aprobación se cita la diaria presencia de su imagen a través de las conferencias mañaneras que la gente sigue por televisión, así como la ausencia de una oposición que rebata con bases sus políticas públicas aunque por este fenómeno de popularidad y remitiéndonos a los sabios refranes, a los mexicanos que tanto lo han criticado y que ahora cambian de opinión bien podrían encajar en aquel que dice: “ el que por su gusto muere hasta la coyunta lame”.

CABOS SUELTOS

Por cierto, también se menciona en ese tema que una de las grandes dificultades que tendrá el presidente será el de trasladar su popularidad a Morena en las elecciones del año entrante, si es que pretende mantener el control del congreso de la unión con la mayoría morenista y pasar por encima de las coaliciones que tienen como fin único impedir el triunfo de sus postulados lo que va a estar difícil pues también el partido del presidente marcha adelante en las preferencias con amplia ventaja sobre el resto de los partidos, irrebatiblemente.