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Los trucos para mantener tu cama caliente

Salud 180 | 01/12/2020 | 01:18

Dormir calientes en invierno es muy importante, no sólo para evitar sentir frío y amanecer con la garganta reseca, también para descansar correctamente. Afortunadamente no necesitas gastar mucho dinero, así puedes mantener tu cama caliente en invierno, sin edredones térmicos ni kilos de cobijas.  

 

No importa si en nuestra ciudad no hace tanto frío como en Europa u otros lugares del país, no somos inmunes al frío y, apenas comienzan a bajar las temperaturas, lo resentimos y buscamos la forma de mantenernos calientes.

 

Si has pensado en invertir en un aparato de calefacción, piénsalo dos veces.

 

¿Cuál es la temperatura ideal para dormir?

Tu habitación debe estar entre 18°C y 22 °C durante el sueño, una temperatura más arriba o abajo, podría afectar e interrumpir problemas con tu ciclo de sueño, lo cual podría repercutir en tu salud.

 

En ese sentido, lo mejor es no subir la temperatura de la calefacción, pues necesitamos que nuestra habitación esté fresca para dormir bien. De acuerdo al Observatorio Global del Sueño, formado por organizaciones científicas, pasar calor, lo mismo que frío, puede afectar la calidad de tu sueño.

 

Esto tiene que ver con que los humanos regulamos nuestra temperatura y durante la noche, el cuerpo la reduce para inducir el sueño y mantenerlo estable. Asimismo, durante la fase REM, el hipotálamo baja el control de la termorregulación y la temperatura ambiental influye en la temperatura corporal, por lo que, al intentar regular la temperatura, empeora la calidad del sueño, es ahí donde comienzan las vueltas en la cama.

 

Ojo, no significa que debas dormir congelándote, lo mejor es dormir abrigado, en lugar de calentar la temperatura de la habitación, en especial una recomendación es dormir en capas que puedas quitar si te dan calor.  

 

De hecho, el uso de calefacción también se asocia a resfriados y congestión, por lo que lo mejor es usar cobijas, nórdicos o incluso tomar un baño caliente antes de dormir para que la sensación de frío al entrar en la cama no sea tan exagerada.

 

Asimismo, existen otros trucos para calentar tu cama antes de acostarte e incluso mantenerla calientita. Lo mejor es que, si sientes mucho calor, bastará quitarlos o retirar una cobija.

 

¿Cómo mantener la cama caliente en invierno?

Tener la temperatura adecuada a dormir, es clave para pasar una excelente noche, si eres de quienes siempre pasa frío, sigue estas recomendaciones:

 

Agua caliente

 

Necesitas:

  • Botella de plástico resistente al calor o bolsa de agua térmica
  • Agua caliente
  1. Lo único que debes hacer llenar una botella de agua de litro y medio (cuida que cierre bien y sea resistentes al calor para que no se deforme ni se tire el agua) o una bolsa de agua térmica con agua lo más caliente posible.
  2. Bien cerrada, colócala debajo de tus sábanas y cobijas mientras vas a cenar o realizas tu rutina de belleza nocturna.
  3. Antes de meterte a la cama, retíralas, de lo contrario podrías pasar una noche incómoda luchando contra ellas. Ah, ojo, nunca te metas inmediatamente después de colocarlas, podrías quemarte los pies o elevar demasiado tu temperatura.

Cojín térmico

Lo único que necesitas, es un cojín térmico relleno de semillas de los que se utilizan para aliviar los cólicos o dolores musculares. Sólo caliéntalo unos minutos en el microondas, por intervalos para evitar que se quemen las semillas.

 

Mételo en tu cama, debajo de las cobijas y sábanas, un rato antes de acostarte, para evitar quemarte. Puedes retirarlo o dejarlo ahí, las semillas mantienen el calor por un buen rato, por lo que tendrás una noche calientita.

 

Hacer un cojín de semillas es muy sencillo, te enseño a hacerlo con unos cuantos materiales, sólo deberás cambiar el tamaño para que se ajuste a los pies de tú cama.

 

5 consejos para dormir profundamente en invierno

Además de mantener tu habitación a una temperatura adecuada y evitar el uso excesivo de la calefacción, hay otros puntos que te ayudarán a dormir plácidamente.

  • Aprovecha las horas de luz. Cuando disminuye la luz, comenzamos a producir melatonina, la cual promueve el sueño, de ahí que en invierno andemos más “adormilados”, para mantener el equilibrio, aprovecha las horas de sol en el día.
  • Ejercítate. Sí, el frío provoca acurrucarnos bajo nuestras cobijas todo el día, pero la actividad física ayuda a mejorar la calidad del sueño. De paso, el ejercicio al aire libre en el frío, tiene sus beneficios.
  • Cambia la cafeína por infusiones relajantes, al menos 4 horas antes de dormir. Además de calentarte ayudarán a inducir el sueño.
  • Baja la intensidad de la luz cuando se acerque la hora de dormir, esto te ayudará a conciliar el sueño. Busca luces de baja intensidad para tu habitación o usa sólo la iluminación de tu lámpara de noche.
  • Nada de televisión en la habitación… Al menos evita verla antes de dormir, corres el riesgo de quedarte dormida con ella encendida y que el ruido afecte tu sueño. Lo ideal es dormir en un ambiente libre de ruidos.

Ahora ya sabes cómo dormir calientita toda la noche durante el invierno y mantener tu cama en la mejor temperatura. Recuerda, que más allá de que dormir te ayude a estar alerta al día siguiente, tiene repercusiones en tu salud.

 

No dormir se asocia con cambios de ánimo como irritabilidad, depresión y ansiedad, pero también con hipertensión arterial, enfermedad del corazón, accidente cerebrovascular, enfermedad del riñón, obesidad y diabetes tipo 2.

 

Recuerda que un buen ambiente es clave para una mejor calidad del sueño, pero si pese a todos tus esfuerzos no logras dormir bien, consulta a un especialista.